Women Can´t Paint (Las mujeres no pueden pintar). Es el título del libro de la británica Hellen Gorrill, donde estudia los precios de 5.000 cuadros vendidos en todo el mundo. Su conclusión es impactante: por cada libra (1,7 euros) que gana un artista masculino por su obra, una mujer apenas recibe 10 peniques (12 céntimos). En España, por ejemplo, el Museo Reina Sofía adquirió obras por valor de 34.406 euros entre el año 2000 y el 2018. Sin embargo, por las obras de los artistas masculinos pagó una media de 38.257 euros, mientras que por las artistas femeninas 16.405 euros, es decir, un 57,1% menos. Esta disparidad en la valoración económica se agrava con la escasa visibilidad: sólo el 3,7% de las obras expuestas en galerías y museos occidentales llevan la firma de una mujer, según un estudio realizado por Artnet y la Universidad de Maastricht.

Aunque hay indicadores esperanzadores, como el crecimiento significativo del porcentaje de mujeres compradoras de arte (41,4%), el aumento de su presencia en puestos de responsabilidad en el mundo de la Cultura o un mayor esfuerzo por parte de las Administraciones; los datos aún están lejos de alcanzar la paridad en todos los ámbitos y espacios artísticos. Muchas mujeres son protagonistas de algunas de las obras de arte más reconocidas, pero son pocas las que están detrás de los pinceles que las han pintado. Esto recuerda al famoso cartel de Guerrilla Girls de los años 80: ¿Tienen las mujeres que estar desnudas para entrar en el Metropolitan?