Claudia Goldin (Nueva York, 77 años) acaba de recibir el premio Nobel de Economía 2023, es catedrática de Economía en Harvard, pionera en el estudio del papel de las mujeres en la economía y sus investigaciones, que abarcan 200 años de historia económica, hablan de la desigualdad salarial. Todo eso ya lo habrás leído en la prensa generalista pero seguro que nadie te ha hablado de su perro Pika, el can de 13 años que se ha convertido en la estrella del Departamento de Economía de Harvard y que tiene una facultad especial: acumular más premios que ella. A Pika lo han entrenado para competencias de obediencia, ha sido premiado por su olfato competitivo y ha ejercido como perro de terapia en un asilo de ancianos de su localidad. No solo eso, también tiene su propio diario en la web de Harvard, donde se cuenta su día a día de manera pormenorizada. ¿Qué otra cosa podemos esperar de una premio Nobel?
Así sabemos que Pika cumplió 13 años el pasado 4 de julio –un día muy significativo para los americanos–, y que sus dueños, Goldin y su marido el catedrático de economía (también de Harvard), Lawrence F. Katz, le festejaron el «Bark Mitzvá», una adaptación canina («bark», significa «ladrar») del Bar Mitzvá, una de las festividades judías más importantes y que se celebra cuando la persona cumple 13 años. En el diario de Pika, su dueña cuenta que está muy contentos de que el perro se esté recuperando tan bien: «Nada en una piscina cubierta casi todos los jueves (una piscina para perros; no se me ocurra nadar con él en un lugar lujoso) y volverá a trabajar como «Mascota de terapia» en Phillips Brooks House (este será su octavo año como voluntario)».
En efecto hace tan solo unos meses –cuenta su dueña en la web de Harvard–, la vida de Pika sufrió un triste revés cuando la tuvieron que operar para extirpar un tumor benigno cerca del corazón y luego otra para deshacerse de una infección causada por la primera operación. Ambas intervenciones fueron bastante invasivas y se realizaron mediante esternotomías, que implica un corte de profundo en todo el esternón. Pero Pika es un perro valiente que mostró una asombrosa habilidad para complacer a los «bípedos» y nunca se tocó (ni lamió) la incisión ni los distintos tubos que salían y entraban de su cuerpo. Durante cinco días, se convirtió en la estrella de la UCI de Tufts (Grafton), se curó rápidamente y volvió a nadar y a ser el mejor amigo de todos en el Departamento de Economía de Harvard».
Pika no es el primer Golden Retriever que tiene Goldin cuya pasión por criar esta raza arrancó en 1970 con Kelso. Por entonces Claudia tenía solo 24 años pero ya era una estudiante brillante con una cabeza privilegiada. Nada más graduarse empezó a dar clases en la Universidad de Wisconsin y en 1979, tras pasar seis años en la Universidad de Princeton, se convirtió en profesora titular en la Universidad de Pensilvania. No fue hasta 1990 cuando se incorporó al Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, donde se convirtió en la primera mujer a la que se le ofreció un puesto titular en ese departamento.
Fue quizá el primero de sus muchos logros, que han culminado en su nombramiento como Nobel de Economía. En sus más de 40 años de carrera, ha estudiado los efectos económicos del cambio tecnológico, la desigualdad, la educación, la contaminación del agua y la corrupción, cuenta la revista Finanzas y Desarollo, que en 2018 publicó un interesantísimo perfil sobre esta genia, escrito por Peter J. Walker, periodista del departamento de comunicaciones del FMI. Se la conoce sobre todo por sus estudios y conocimientos sobre el papel de la mujer en la economía estadounidense, así como por su interpretación, compleja y matizada, del porqué de la bien documentada brecha salarial de género. Por todo eso suele ser una figura invitada a los actos del Día por la Igualdad Salarial, que marca el día del año hasta el cual deberían trabajar las mujeres en Estados Unidos para ganar lo mismo que los hombres el año anterior.
Durante 28 años, hasta 2017, Goldin fue directora del Programa de Desarrollo de la Economía
Estadounidense (DAE) de la Oficina Nacional de Estudios Económicos (NBER). Allí fue también donde conoció a su marido. Además de su pasión por la economía, la pareja disfruta haciendo senderismo, avistando aves y dando paseos con Pika. Su dueña da buena cuenta de todas sus andaduras y peripecias en la web de Harvard. En ella también menciona un dato fundamental: todos los premios que ha ganado como perro rastreador. Seguro que casi tantos como ella.