Fue hace un año cuando la FDA [Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, (por sus siglas en inglés)] dio luz verde a este producto recién llegado, obra maestra de la biotecnóloga Revance Therapeutics como aliado de la estética para combatir las arrugas y los efectos en el rostro que se derivan del paso del tiempo. Se llama Daxxify y es una toxina botulínica, más natural, menos invasiva y con una duración de los efectos que supera los seis meses, pudiendo llegar a los nueve de forma intacta.

Aunque esta criatura de la ciencia lleve un tiempo en circulación, ha sido en este año cuando ha cobrado mayor importancia. Tanto que su influencia e interés ha superado al popular bótox, asentado en la medicina estética desde hace años.

Este nuevo medicamento contra las arrugas mitiga las consecuencias del paso del tiempo sobre la piel y funciona como un popular bótox, pero con la novedad de que sus efectos duran el doble de tiempo. Una novedad que ha convertido Daxxify en la creación estrella de la medicina estética por su efectividad y facilidad de uso, sólo precisa de una inyección directa en las líneas de expresión para tener todos los beneficios de esta medicamento en el rostro.

En cuanto a cómo es posible que un medicamento mejore [y de qué manera] los efectos del bótox, la respuesta está en la botulínica, una toxina que bien podría definirse como un agente neuromuscular encargado de bloquear el deterioro de la piel propio del paso del tiempo. Esta toxina inhibe la liberación de ese neurotransmisor presente en los nervios, impidiendo que las fibras del músculo se contraigan. Esto evita la arruga y estira la piel.

Según la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad [SEMAL] se trata de un descubrimiento innovador y revolucionario en su categoría y sector por las razones mencionadas, además de probarse como un tratamiento estético altamente demandado fuera de nuestros país por sus buenos resultados y su facilidad de uso, ya que evitaría que los pacientes tuvieran que pasar cuatro veces por las clínicas para pasar simplemente dos. O una, dependiente del tipo de piel. Entre esas ventajas asociadas a Daxxify están los nuevos descubrimiento que ha facilitado esta toxina, como el de no estar obligados a guardar reposo relativo tras pasar por las clínicas para recibir este tipo de tratamientos estéticos.

De esta manera, Daxxify pone varios temas sobre la mesa. Por un lado, los efectos de esta proteína, que reduce el gasto en medicina estética al ampliar el efecto de Daxxify y reducir su inversión en mantenimiento; por el otro, la importancia que damos cada vez más a un rostro joven. Este descubrimiento informa de la posibilidad de conseguirlo con prácticas naturales y controladas médicamente y por personal cualificado, sanas para la salud.

Aunque tratamientos como Daxxify hablen de juventud y no de envejecimiento, que cada vez haya nuevas prácticas para sortear el paso de los años pone de manifiesto un problema derivado de las redes sociales y de los filtros que encontramos en ellas y en las aplicaciones: provocan que las exigencias con el físico hayan aumentado, hasta el punto de querer moldearnos a imagen y semejanzas de esa ‘belleza’ que nos regala la realidad virtual y que la tecnología a nivel usuario nos permite tener.