El reinado de Françoise Bettencourt Meyers continúa. Por tercer año consecutivo, la heredera francesa conserva el título de mujer más rica del mundo, con un patrimonio neto estimado en 80.500 millones de dólares, 5.700 millones más que el año pasado.

Bettencourt Meyers es la undécima persona más rica del planeta, frente a la decimocuarta del ejercicio anterior. Es una de las 337 mujeres que figuran en la lista Forbes de multimillonarios del mundo 2023, que representan sólo el 13% de los 2.640 multimillonarios del planeta.

La mayor parte de la fortuna de esta mujer de 69 años procede de su participación en el gigante de la belleza y el cabello L’Oréal Group. La empresa, fundada hace más de cien años por el abuelo de Bettencourt Meyers, facturó 38.200 millones de dólares en 2022 y emplea a más de 85.000 personas. Las acciones de L’Oréal subieron un 12% en el último año gracias a la fuerte demanda que llevó a unos beneficios mejores de lo esperado y a unas ventas récord en 2021.

La ejecutiva controla alrededor del 33% de L’Oréal junto con su familia. Heredó la participación y el título de la mujer más rica del mundo de su madre, Liliane Bettencourt, fallecida en 2017. Bettencourt Meyers debutó en la lista de multimillonarios en 2018 como la recién llegada más rica, con una fortuna entonces de 42.200 millones de dólares.

De nacionalidad francesa, forma parte del consejo de L’Oréal desde 1997. Sus dos hijos, Jean-Victor y Nicolas, también son miembros. Las marcas de L’Oréal incluyen algunos de los principales productos de cuidado de la piel y maquillaje, desde Kiehl’s y Lancôme hasta Maybelline y La Roche-Posay. Últimamente, la empresa ha hecho un esfuerzo de marketing para atraer a los clientes de la Generación Z. Este enero, la estrella de YouTube Emma Chamberlain asumió el papel de embajadora de Lancôme, tras una asociación multimarca en noviembre de 2022 con Ready Player Me, una plataforma de avatares del Metaverso.

El ascenso de Bettencourt Meyers a la posición de mujer más rica del mundo no estuvo exento de revolución, sobre todo un escándalo francés en torno a un juicio sensacionalista en el que se invirtieron miles de millones de dólares y que desembocó en una turbulenta ruptura entre madre e hija. En 2007, Bettencourt Meyers demandó a François Marie Banier –amigo de la familia desde hacía mucho tiempo y fotógrafo de famosos– por presunta estafa de más de mil millones de dólares en obras de arte, dinero en efectivo, bienes inmuebles y otros obsequios de su madre. Fue declarado culpable, condenado a tres años de cárcel y obligado a pagar unos 150 millones de dólares por daños y perjuicios. Ambas sentencias fueron revocadas unos años más tarde. Lo que siguió fueron años de comentarios públicos de su madre y otro escándalo judicial en el que se alegaba que Bettencourt Meyers había sobornado a un testigo. En 2011, la mujer más rica del planeta fue nombrada por un tribunal tutora legal de su madre después de que se descubriera que la difunta heredera padecía un avanzado estado de Alzheimer.

Desde que ocupó el puesto de su madre en la lista, Bettencourt Meyers ha seguido aumentando la fortuna familiar. Es presidenta del holding del clan, Téthys Invest, a través del cual ha respaldado numerosos proyectos, entre ellos el operador francés de hospitales privados Elsan.

También ha realizado importantes contribuciones filantrópicas. Junto con L’Oréal, Bettencourt Meyers prometió 230 millones de dólares para la reconstrucción de la catedral de Notre-Dame en 2019. También es presidenta de la fundación familiar Fondation Bettencourt Schueller, que fomenta el progreso francés en las ciencias y las artes.