Tres han sido los puntos clave a seguir desarrollando en la gestión de Levi’s durante la pandemia. En palabras de Diana S. Dimitian, responsable de marca en nuestro país (y para toda la zona sur del continente europeo): «Cuidar a nuestros empleados, comunicar atendiendo a la igualdad e inclusión, y reforzar el compromiso adquirido con el modelo sostenible».
Pilares que se reflejan en las creaciones que llegan a las tiendas temporada tras temporada, como la última colección, la más sostenible de la historia y la que utiliza nuevas técnicas y fibras. Un esperado lanzamiento que se completa con su campaña Compra mejor, úsalo más tiempo, que ayuda a crear conciencia sobre las herramientas que tenemos para construir juntos un futuro mejor. Al menos, más colorido, como dicta la previsión de llegada de los auténticos locos años veinte, motivados por la explosión de excesos y descontrol.
«Levi’s desempeñará un papel importante en el escenario posterior a la pandemia. Ya somos líderes en nuestra categoría, pero ahora queremos despegar en otras. Ser más frescos. Queremos remos abrirnos a los nuevos colores que traerá esta década, manteniendo nuestra esencia y valores», aclara Dimitian. Un momento icónico en la marca que está por llegar y que, quitando las diferencias culturales de cada país o continente, afectará por igual en la manera de comunicar cada proyecto y novedades de la marca.
«Somos una firma que opera de manera global y con tal legado que todo el mundo sabe qué es un 501; y nuestras campañas generan un gran impacto en cualquier parte. Es verdad que jugamos de manera diferente a la de Estados Unidos y que a nivel europeo tenemos importantes capitales de moda, como Milán, París o Madrid. Somos la misma marca, pero tenemos una voz diferente y, aunque los valores sean los mismos, en Europa aplicamos la perspectiva que la industria exige tener aquí», observa Dimitian al estudiar el mapa en el que trabaja a diario y para el que defiende transparencia, generación constante de propósito y revolución digital, tanto en Europa como al otro lado del charco.