El merchandising corporativo da un salto cualitativo en Metro de Madrid. La compañía pública ha presentado un reloj Berbier de acero inoxidable, sumergible y con cristal de zafiro que aspira a convertirse en pieza de colección. Solo se fabricarán 50 unidades numeradas, a un precio de 395 euros, disponibles en exclusiva en la nueva tienda que abrirá en la estación de Ópera.
El diseño integra elementos icónicos del suburbano: el logotipo y los colores de sus 12 líneas se convierten en indicadores de las horas, un guiño directo a los millones de viajeros que cada día recorren la red. El packaging acompaña la propuesta: una caja con tarjeta digital que incluye instrucciones, garantía y especificaciones técnicas.
Metro también lanza un segundo modelo, más accesible, con esfera de inspiración similar y correas de silicona intercambiables en cuatro tonalidades (negro, azul, rojo y amarillo). Su precio: 120 euros, pensado para un público joven que busca diseño con identidad urbana.
La iniciativa se enmarca en la estrategia de merchandising de Metro, que desde 2012 ha diversificado su catálogo con artículos de fuerte tirón emocional. Entre sus mayores éxitos figuran las zapatillas personalizadas por Tito Customs para el 105º aniversario —más de mil pares vendidos— y el jersey navideño, que ha batido récords con más de 3.000 unidades comercializadas en apenas dos inviernos. Otros lanzamientos, como la antigua señalética de la estación de Santiago Bernabéu, se agotaron en media hora.
Con tiendas físicas en Sol, Plaza de Castilla y Ópera, además de su canal online, Metro ha convertido lo que empezó como una tienda de recuerdos en una plataforma de branding que conecta con nuevos públicos. La apuesta por el reloj de alta gama confirma un movimiento estratégico: reposicionar a Metro de Madrid no solo como servicio público, sino como marca con aspiración lifestyle.
