La nómina de “amigos y colaboradores” de apellidos ilustres del deporte que atesora la firma relojera Richard Mille es extensa y envidiable. Entre sus embajadores se encuentran Rafael Nadal, Fernando Alonso, Yohan Blake, Didier Drogba, Alain Prost y Bubba Watson, un repertorio excelso en el que quizás faltaba alguna estrella del baloncesto. Pero la marca acaba de solventar esa carencia, y de qué manera: ha colaborado con el mítico LeBron James (Akron, Ohio, 1984) para lanzar un reloj de edición limitada con los colores del equipo en el que James ha triunfado durante siete temporadas: Los Angeles Lakers.
El alero estadounidense, gran aficionado a los relojes, ya había sido avistado con el cronógrafo flyback RM 11-03 de la enseña en la muñeca, hace dos años. Y el pasado fin de semana lució otro de sus cronógrafos altamente técnicos, una versión del RM 65-01 existente, un modelo inspirado en el mundo del motor. Lo enseñó en el festival para fans del deporte Fanatics Fest de Nueva York, y después en su cuenta de Instagram, donde escribió: “¡¡Tuve que estrenar esta pieza especial de @richardmille en la que hemos estado trabajando en el Fanatics Fest para que todos vean!! Gracias al increíble equipo por la oportunidad de darle vida a esto, los increíbles detalles, la historia y el propósito detrás de este reloj”.
La fórmula de presentar un reloj al mundo a través de una celebridad que lo muestra aparentemente de manera casual la hemos visto este mismo año con Rolex y Roger Federer. El extenista, embajador de la firma de la corona, se ciñó un Land-Dweller durante unas vacaciones en los Alpes, y publicó algunas instantáneas de su viaje en Instagram, ante las que los más expertos se frotaban los ojos al descubrir un ejemplar que no formaba parte del catálogo de Rolex, una novedad que se lanzó oficialmente días después. El pasado mayo, Richard Mile se sumó a la estrategia con una edición limitada realizada junto a Charles Leclerc. El piloto de Fórmula 1 del equipo Ferrari había estado llevando el RM72-01 ‘Charles LeClerc’ inédito por un tiempo, de la manera más discreta posible, hasta que fue “descubierto”.
El nuevo juguete del máximo anotador en la historia de la NBA, el RM 65-01 Split-Seconds Chronograph LeBron James, se ha limitado a 150 unidades. Vestido con los colores de Los Angeles Lakers, amarillo y morado, es una iteración del RM 65-01 Automatic Split-Seconds Chronograph que surgió en 2020 con el título de “pieza automática no limitada más complicada de Richard Mille”. Se trata de un cronógrafo con ratrapante, esto es, dotado de una aguja de fracción de segundo para medir tiempos intermedios sin detener la medición principal. Su Calibre RMAC4 esqueletizado, que funciona a 5 Hz (36.000 alternancias por hora) y ofrece una reserva de marcha de unas 60 horas, aporta las funciones de horas, minutos, un segundero a las 6 h, un contador de cronógrafo de 30 minutos a las 3 h, otro de 12 horas a las 9 h, fecha y una escala taquimétrica. También incorpora el rotor de geometría variable típico de la casa, que optimiza la carga en función de la actividad del usuario, ademas de un pulsador a las 8 h para dar cuerda rápidamente al reloj y un selector de funciones que permite transiciones rápidas entre dar cuerda, poner la fecha y ajustar horas y minutos.
Estéticamente, el RM 65-01 se ha fabricado con distintos materiales a lo largo de su corta trayectoria: oro rojo, Carbon TPT, titanio y Quartz TPT. El de King James combina Carbon TPT y una carrura de Quartz TPT, el material con múltiples capas de fibras de cuarzo que Richard Mille utilizó por primera vez en su RM 27-02 Tourbillon Rafael Nadal. El logotipo de LeBron James aparece a las 12 h en verde (aunque no sabemos a qué responde este color), y su firma aparece en morado en el fondo de la caja. El precio asciende a 405.040 dólares. Una máquina poderosa para un gigante eterno.
