Que Leica, la más prestigiosa marca europea de cámaras fotográficas, lance una línea de relojes puede provocar extrañeza. Pero el hecho es que la compañía alemana, que también fabrica lentes para gafas, proyectores y otros artículos ópticos, acaba de presentar su tercera colección de instrumentos para medir horas y minutos, llamada ZM 12. Y no es una iniciativa rabiosamente nueva. En su centenaria historia ya había jugado con el tiempo, otorgando ocasionalmente licencias de su nombre a fabricantes de relojes externos. En 2014 fue la última vez que lo hizo, porque los diseños de las piezas daban bandazos y carecían de una identidad clara.
Ahora se lo han tomado más en serio, gracias al empeño de Andreas Kaufmann, propietario mayoritario de Leica y su presidente, quien, además de coleccionar fotografía compila relojes. “Hacemos relojes porque creemos en los relojes. No es algo efímero. Estaremos en esta industria durante los próximos 10, 20, 30 años. No competimos con nadie, porque tenemos un posicionamiento distinto al de los demás, con una distribución diferente”, dice Kaufmann.
La empresa, que ha narrado la historia del último siglo a través de las instantáneas tomadas con sus cámaras, comenzó a comercializar los primeros relojes de esa nueva etapa en 2022, con una producción muy limitada que atrajo primero a los clientes de Leica. Entonces lanzaron el L1, con hora y fecha, y el L2, con un segundo huso horario. Ahora se llaman ZM 1 y ZM 2, pues Zeitmesser significa reloj en alemán, y Kaufmann presume de que los suyos son relojes muy alemanes.

A finales de 2023 llegaron más modelos desarrollados por la división Ernst Leitz Werkstätten de la compañía: los Leica ZM 1 y ZM 2, también creados por el diseñador habitual de Leica Achim Heine. Los relojes, de 41 mm de diámetro, estaban cortados por el mismo patrón minimalista, funcional, de diseño industrial alemán y excelencia técnica que aplican a las cámaras Leica.
“Las cámaras y los relojes tienen un público objetivo fascinantemente similar. Muchos de nuestros clientes también son coleccionistas de relojes. Ambos mundos tienen en común que tratan sobre la artesanía, los materiales, la tecnología… Así que para mí tiene sentido fabricar un reloj”, dice Kurt Doyran, vicepresidente de ventas de Leica Camera AG.
A su favor, Leica cuenta con un gran reconocimiento de marca y una reputación de ingeniería y diseño positiva. De ahí que sus relojes ofrezcan referencias (sutiles, eso sí) a los códigos estéticos de sus emblemáticas cámaras, como el cristal abovedado que protege la esfera, que recuerda a los elementos frontales de la lente, y el punto rojo en la corona, que se puede presionar hacia abajo como si fuera el botón de liberación de una cámara.
Detalles del ZM 12
El nuevo Leica ZM 12 parte de la base del ZM 11 y reduce sus dimensiones hasta los 39 mm de diámetro y 13 mm de grosor, con lo que será más cómodo para muchas más muñecas y abrirá el abanico de potenciales clientes. Hay cuatro versiones que indican la hora y los minutos y que están dotadas de un pequeño segundero a las 6 h. Tres se han realizado en acero, en azul y naranja, verde y negro o gris, y uno en titanio de grado 5 con el dial negro chocolate.

Sus esferas son de doble capa, para aportar profundidad y crear un juego de luces y sombras. Faltaría más que no se hubieran fijado en eso tratándose de Leica. Así, dependiendo de la inclinación de cada dial, se aprecia en él un color diferente, según la luz y la perspectiva. Y en la noche se ilumina gracias al material luminiscente aplicado en índices y agujas.
Otro elemento de calidad de estos relojes es su cristal de zafiro, tanto en el frontal como en el fondo de la caja. Quedan ajustados a la muñeca con una correa intercambiable de caucho o tela hecha a mano en el taller de Leica, o con una pulsera integrada de acero o de titanio. Su precio oscila entre 6.700 y 7.535 euros (tampoco las cámaras de la enseña están al alcance de todos), y se venden en las tiendas Leica, incluida la online, y en otros distribuidores autorizados.

En su interior late un movimiento automático creado por la empresa suiza especializada en calibres relojeros Chronode, que aporta una reserva de energía de 60 horas: el calibre Leica LA-3002. Ya en la línea que se presentó en 2023 contaron por primera vez con la experiencia del relojero Jean-François Mojon, fundador de Chronode, que también ha trabajado para Hermès, Czapek y Harry Winston, entre otras firmas de lujo. Pero eso no le resta el carácter alemán que transpira por todos sus poros.
