En la Super Bowl LIX de 2025, el partido final del campeonato de la National Football League (NFL), la Liga Nacional de Fútbol Americano, ganaron los Philadelphia Eagles con una victoria holgada de 40 a 22 sobre los Kansas City Chiefs. Eso sobre el terreno de juego, porque en las gradas y en los vestuarios quien se llevó gran parte de las miradas en Nueva Orleans, donde se disputó el encuentro, fue la marca joyera y relojera Jacob & Co.
Ésta firmaba la muñeca de una leyenda de la NFL, Tom Brady, que es tan conocido por su pasión relojera como por sus siete títulos de la Super Bowl. Brady se deshizo el pasado diciembre de algunas piezas de relumbrón de su colección en una subasta de la casa de pujas Sotheby’s. Entre ellas, un Daytona ‘John Player Special’ de Rolex, un Royal Oak Flying Tourbillon de oro blanco personalizado con su nombre y apellido engastados con diamantes, un cronógrafo Nautilus en oro rosa de Patek Philippe y un Richard Mille 35-03 ‘Baby Nadal’. Se vendieron 21 relojes por un total de 4,6 millones de dólares. Dinero suficiente como para aumentar su mermada colección.
Así que al que fue quarterback en los New England Patriots y en los Tampa Bay Buccaneers le hemos visto ahora ejerciendo de comentarista con un nuevo reloj: el Caviar Tourbillon de Jacob & Co., valorado en 740.000 dólares, que alumbró todo el estadio porque da más luz que el Sol.
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Se trata de un reloj de oro de unos generosos 47 mm de diámetro con una caja engastada con 224 zafiros amarillos de talla baguette, con un peso de 33,21 quilates, más 338 diamantes de talla brillante (1,32 quilates) en los puentes y el rotor del movimiento. Además, otros 130 zafiros amarillos invisibles (12,35 quilates) adornan la esfera, y la corona y la hebilla cuentan con más zafiros.
Lo regula un tourbillon volante de un minuto, visible a través de una apertura en la esfera y parte del movimiento automático que le da vida, que ofrece una reserva de marcha de 42 horas. El reloj de Brady compartió protagonismo con otro ejemplar nada discreto de la misma marca que lució el campeón Saquon Barkley, running back de los Philadelphia Eagles. Se trata del muy complicado Astronomia Solar Zodiac de oro rosa, reconocible por su cúpula de zafiro transparente, sus planetas giratorios realizados con gemas, su diamante amarillo de 288 facetas, su tourbillon de doble eje y su pequeña esfera con el zodiaco. Este observatorio galáctico de 43,40 mm de diámetro cuesta 348.000 dólares, y, por supuesto, Barkley no jugó con él puesto.
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Más astros
Hubo más celebridades a un reloj pegadas. La cantante Taylor Swift animó a su pareja Travis Kelce, de los Kansas City Chiefs, con un mini Panthère de Cartier de oro rosa con doble hilera de diamantes y brazalete de oro. También estaba por allí Jay-Z, uno de los coleccionistas de relojes más envidiados del planeta, por piezas como el RM 66 Flying Tourbillon ‘Rockstar’ de Richard Mille que se ajustó. Es el que incluye en la esfera una mano formando unos cuernos con los dedos, símbolo del rock. Además de Serena Williams, a la que se localizó con un Code 11:59 by Audemars Piguet Tourbillon Openworked de cerámica azul, otro exjugador profesional estadounidense de fútbol americano, Michael Strahan, se decantó por un Daytona Rainbow de oro amarillo de Rolex, con un bisel engastado con piedras preciosas de colores que forman un arcoíris. Desde luego, todas estas estrellas no temieron eclipsar a las que se batían el cobre en la Super Bowl más vista de la historia, con 126 millones de espectadores.