Este año hemos sido testigos del lanzamiento de un considerable número de relojes de vestir con la esfera negra de las firmas más prestigiosas y tradicionales, entre ellas Patek Philippe, Vacheron Constantin y A. Lange & Söhne. Breguet también ha firmado los suyos, y son sin duda de los más elegantes del mercado. Se trata del Classique 5177, tan atemporal como su hermano Classique 7787. Ambos han llegado de la mano con características comunes pero con distintos mecanismos internos.
Lo que comparten es la caja de platino (la primera de la colección Classique de Breguet), que abriga a una esfera con esmalte grand feu (gran fuego en francés) negro profundo, una combinación en la que el material noble de color plateado añade más brillo al dial. En el caso del Classique 5177, ya existía una versión con caja de oro blanco u oro rosa con esmalte azul o blanco. Y el 7787 estaba disponible en oro blanco o rosa con esmalte blanco.
Breguet es una de las relojeras que aún aplica las artes decorativas a sus productos, como el esmalte grand feu, que fusiona vidrio con metal y se reserva para las piezas de alta relojería. El proceso para obtener una esfera de este tipo requiere de un disco de metal delgado como una oblea y de múltiples capas de polvo de esmalte (compuesto por una serie de minerales, que recibe su color de óxidos metálicos mezclados con un aglutinante) que se tamiza capa por capa y se cuece a entre 800 y 1.200 grados centígrados. Inicialmente, esta técnica se realizaba para proteger los discos de las esferas, pues solían envejecer bajo la luz natural, las partículas de polvo y la oxidación, ya que los relojes no fueron herméticos hasta mediados del siglo XX.
El resultado es un dial liso y uniforme, con un brillo inalterable sobre el que se añaden los números arábigos y la minutería de tono plateado, así como la firma secreta (apenas se percibe) de Breguet en la parte derecha para el 7787, y entre el centro y las 6 horas para el 5177.
Los dos relojes coinciden también en mostrar los elementos estilísticos habituales de Breguet, como el canto acanalado, la corona estriada, el acabado guilloché, en este caso en la masa oscilante de oro rodiado, y las agujas centrales de tipo pomme évidée rodiadas. Asimismo, se ciñen con una correa de piel de aligátor negra con hebilla triple desplegable de platino.
En lo que difieren es en sus hechuras y en su movimiento. El 5177, puede que el reloj de vestir perfecto con unas cómodas medidas de 38 mm de diámetro y 8,8 mm de grosor, integra el Calibre 777 Q, un tres agujas automático con función de fecha y reserva de marcha de 55 horas. El movimiento del Classique 7787, el Calibre 591 DRL automático, ofrece una autonomía de 38 horas, y aporta las indicaciones de las fases lunares y de la reserva de energía. Recuerda a los antiguos relojes de bolsillo de Breguet, y es un poco mayor: 39 mm de diámetro y 10,3 mm de grosor. Cuesta 51.800 euros, mientras que el de tres agujas tiene un precio de 43.500 euros.