Swatch abre un nuevo capítulo en su historia con la inauguración de su nueva sede en Biena (Suiza), una de las mayores edificaciones de madera del mundo, diseñada por el célebre arquitecto japonés Shigeru Ban.
El insólito diseño de la silueta curvada y brillante del nuevo edificio de Swatch, que tiene una longitud total de 240 metros y 35 metros de ancho, rompe con las convenciones clásicas del diseño arquitectónico de edificios de oficinas y se funde armoniosamente con el entorno urbano.
La fachada abovedada cubre una superficie de 11.000 metros cuadrados, elevándose con suavidad en la entrada y el paso hacia la Cité du Temps. En el exterior y el interior del edificio, se entremezclan gran variedad de motivos con formas curvas, colores y transparencias, que destacan junto al uso poco habitual de materiales y elementos constructivos más clásicos.
El armazón de su amplia fachada está constituido por una estructura de madera (con forma de rejilla), un material tradicional que fue escogido por sus propiedades ecológicas y sostenibles, pero también porque su flexibilidad permite moldear y cortar piezas de tamaños extremadamente precisos, algo muy importante en un edificio en el que cada milímetro cuenta.
El edificio tiene un total de nueve balcones, con superficies de entre 10 y 20 metros cuadrados y vistas al resto de los pisos. Los diminutos puntos blancos de las fachadas de vidrio actúan como protección solar. Por su parte, las 124 cruces suizas del techo mejoran la acústica de las oficinas gracias a sus microperforaciones.
Interior de altura
Dentro del edificio, una superficie total de 25.000 metros cuadrados se distribuye a lo largo de cinco plantas que albergarán todos los departamentos de Swatch International y Swatch Switzerland. Junto a los lugares de trabajo habituales, diversas zonas comunes se distribuyen a lo largo de todo el edificio: una cafetería en la planta baja, abierta a todos los empleados y visitantes de Swatch, o pequeñas áreas de descanso en diferentes lugares del edificio. Y para los momentos que necesitan intimidad, los ‘Alcove Cabin’ independientes dan cabida a hasta seis empleados, para que puedan hacer llamadas telefónicas o realizar tareas que requieran una especial concentración. En la parte de atrás de la segunda planta, encontramos un elemento especialmente insólito: una escalera que no lleva a ningún lado. Se trata de la ‘escalera de leer’, cuyos peldaños y vistas invitan a compartir ideas entre colegas durante los descansos creativos. Cinco árboles de olivo negro elevan sus ramas dos pisos de altura.
Bajo tierra, toda la superficie del edificio está ocupada por el sótano. Además de los cuartos técnicos, la sala de ventilación y el archivo, el sótano alberga el aparcamiento subterráneo, con 170 plazas para coches y 182 para bicicletas.
Abierta a la calle Nicolas G. Hayek, la zona de la entrada, completamente acristalada, se caracteriza por sus amplias dimensiones, así como por su sensación de transparencia, apertura y ligereza. Dos ascensores de vidrio llevan a los empleados y visitantes a las plantas superiores y a la pasarela peatonal de la tercera planta, también de vidrio, que conecta el edificio Swatch con la Cité du Temps. Las galerías de las tres plantas tienen vistas al vestíbulo.
Edificio sostenible
El uso inteligente de las aguas subterráneas para calentar y refrigerar el edificio y la energía solar obtenida a través del sistema de placas fotovoltaicas contribuyen de forma significativa a mantener un balance óptimo de CO2. Desde el sistema de bicicletas públicas Velospot y las estaciones de carga hasta los cortes de energía inteligentes y el acristalamiento, pasando por la iluminación LED y los eficientes sistemas de ventilación, la activación de los componentes térmicos y las oficinas sin papel, gracias a la tecnología de vanguardia y la pericia, el nuevo edificio de Swatch demuestra que las formas modernas de construir y de trabajar pueden estar en sintonía con la naturaleza.
El concepto energético se basa en el uso de la tecnología solar y el agua subterránea, que permiten el funcionamiento autónomo de elementos como la ventilación, la refrigeración, la calefacción y la iluminación básica, tanto en la sede de Swatch como en la Cit. du Temps.
Swatch comparte sus recursos con la nueva fábrica de Omega, que entró en funcionamiento en 2017, y con la vecina Cité du Temps, que constituye un conjunto arquitectónico independiente que encaja a la perfección con el edificio Swatch y alberga el Omega Museum en la primera planta y PLANET SWATCH en la segunda.