La relojera Tag Heuer ha mirado a su propio pasado para rescatar Autavia, y lo ha revitalizado con nueva tecnología en su interior. Echemos la vista atrás para conocer el origen de esta pieza: el Autavia era un contador que se empleó en los salpicaderos de los coches de carreras y en las cabinas de mando de los aviones entre 1933 y 1957. Aquello dejó de fabricarse, pero Jack Heuer, consejero delegado de Tag Heuer por aquel entonces, tomó el nombre (que mezcla los términos automóvil y aviación) y se lo puso al cronógrafo que la marca lanzó en 1962 y que comenzó a encarnar el espíritu de las competiciones automovilísticas. De hecho, el reloj se popularizó entre los aficionados a las pruebas de coches (sobre todo) y los miembros de las fuerzas armadas en todo el mundo hasta 1985, cuando se realizó el último.
Pero no quedó en el olvido. En momentos puntuales se ha editado para conmemorar algún aniversario. En 2017, por ejemplo, se presentó una reedición por sus 55 primaveras muy golosa para los coleccionistas. Este año, Tag Heuer relanza Autavia como una colección independiente formada por siete modelos, con lo que se une al resto de familias de la enseña: Carrera, Mónaco, Fórmula 1, Aquaracer y Link. Es el primer Autavia que no ofrece las funciones de cronómetro que hicieron del original un éxito; esta vez muestra solo horas, minutos y segundos.
CARACTERÍSTICAS
Todas las variantes en acero de 42 mm de diámetro equipan la caja Autavia de primera generación y las asas biseladas propias de los años sesenta. Además, el reloj cuenta con un bisel giratorio bidireccional con una escala de sesenta minutos fabricada en cerámica negra, cerámica azul o acero y con una corona de gran tamaño, propia de los relojes de los pilotos de carreras (para facilitar su uso con los guantes puestos). Por otra parte, la esfera ahumada está disponible en varios colores diferentes –negro, gris o azul–, con una ventanilla de fecha a las 6 h.
La colección dispone también de dos versiones con caja de bronce de 42 mm y esfera verde o marrón ahumado con un bisel giratorio bidireccional en cerámica negra o marrón, respectivamente.
EL DETALLE
Si se fija más de cerca, verá que aparece la palabra ‘Isograph’ junto al nombre de Autavia. Hace referencia a la espiral de compuesto de carbono que Tag Heuer introdujo a principios de este año, y que completa el calibre automático 5 que da movimiento a los nuevos Autavia. La espiral ha ganado en resistencia a los golpes, es inmune a la gravedad y se ha vuelto insensible a los campos magnéticos que afectan negativamente al movimiento. Por lo tanto, el reloj es más preciso.
Además, para mantener la excelente legibilidad que caracterizaba al primer Autavia, los índices y las agujas de las nuevas versiones se han revestido con material luminiscente. En cuanto a la correa, también hay varias opciones disponibles: las hay de piel de becerro marrón y de nailon, y se pueden intercambiar con brazaletes de acero sin necesidad de tener que usar ningún tipo de herramienta. Algo que se agradece.