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Estamos dejando los mares hechos un asco, y –afortunadamente para todos– a muchas grandes empresas el desastre ecológico les preocupa. El grupo relojero suizo Swatch es una de ellas, y por eso promovió en el año 2017 la asociación entre su marca Breguet y la Fundación Race for Water, una organización dedicada a la preservación del agua (en particular, la del océano), elemento que requiere protección ante la amenaza imparable de la contaminación plástica. La idea de los miembros de esta organización es promover soluciones que aporten valor al plástico que se encuentra al final de su vida útil, creando nuevas fuentes de ingresos para los que se ven más afectados por la contaminación que produce este material. Transformándolos en energía (gas o electricidad), los residuos plásticos no alcanzarían a ríos y océanos.

A esta labor contribuye Breguet como principal patrocinador del programa Odyssey 2017-2021, nacido para apoyar al barco de Race for Water que navega por todo el mundo para demostrar que la transición a las energías renovables es una realidad, ya que la embarcación está impulsada por energía solar, hidrógeno y cometas de tracción. También persigue ayudar a concienciar sobre el problema a políticos, ciudadanos y gente joven.

La relación entre Breguet y el mar se remonta a los inicios de la marca. Su creador, el prodigioso Abraham-Louis Breguet, fue nombrado por el Rey Luis XVIII relojero de la Marina Real Francesa a comienzos del siglo XIX. En 1840, el primer reloj en llegar a la Antártida fue un Breguet, a través de la expedición de Jules Dumont d’Urville. Por todo ello, una de las colecciones de la enseña se denomina Marine.

Otro de los modelos de la línea Marine, el Alarma Musicale 5547.

LA COLECCIÓN

Marine surgió en 1990, y en 2005 adquirió su actual estética deportiva, caracterizada por sus cajas reforzadas, sus protectores de corona, su hermeticidad a cien metros y la abundancia de complicaciones. La familia se compone de relojes como el 5817, con segundero central, gran fecha (por primera vez) y correa de caucho o de acero. También consta de un cronógrafo tourbillon, el 5837.

En 2017 se presentó el Marine Équation Marchante 5887, una virguería de 44 mm con un precio de 226.000 euros. Rememora los días en los que los navegantes encontraban su posición contrastando la situación de las estrellas con la hora de salida. Sus agujas muestran la hora solar. En la esfera, la leva de ecuación del tiempo se monta sobre un disco de zafiro encima de un tourbillon extrafino.

En 2018, Breguet aportó tres opciones más: la referencia 5517, un tres agujas con fecha y movimiento mecánico de cuerda automática; un cronógrafo (5527), que mide breves intervalos de tiempo y en el que se aprecia la técnica de grabado guilloché para dar vida a las olas del mar; y el Marine Alarme Musicale (5547), con complicación de alarma y fecha y hora de un segundo huso horario.