RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Recordando el año 1966

DE PREMIO. 1966 es la colección más clásica de Girard-Perregaux. Con sus lados convexos y su forma redonda, evoca los primeros relojes de bolsillo. Fue en 1966 cuando la firma, tras años de investigación, presentó el primer movimiento mecánico de alta frecuencia: oscilaba a 36.000 alternancias por hora (en aquella época, lo habitual en los mejores calibres era una frecuencia de entre 18.000 y 21.600), lo cual aportaba más precisión al reloj. Esta innovación fue merecedora de un prestigioso premio, el del Centenario del Observatorio de Neuchâtel.

GRAN TAMAÑO. Cincuenta años después, para el jubileo de la colección en 2016, Girard-Perregaux anunció otro avance con el primer ‘reloj clásico auténtico en un gran tamaño’. Ese tamaño son los 44 mm de diámetro de este modelo con movimiento mecánico de cuerda automática (el calibre GP01800-0008, con 54 horas de reserva de marcha). Sigue el espíritu de diseño de los relojes de la década de 1960 y constituye un homenaje a esos avances técnicos de Girard-Perregaux en el campo de la cronometría.

ESTÉTICA. Su caja redonda y delgada (9,82 mm de alto), de acero, totalmente pulida, se muestra abovedada con las líneas curvas de las asas, el bisel, el cristal de zafiro y el fondo de caja, también con cristal de zafiro. Sobre la esfera opalina, las horas, los minutos, los segundos y la fecha, con agujas abovedades pulidas en forma de hora e índices de las horas de tipo bastón. Por su parte, la correa, integrada en la caja, está elaborada con piel de aligátor.

PVP: 9.200 €

RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Convertir el tiempo en un fluido

PATENTADO. Los innovadores relojes de pulsera de HYT nacieron en Neuchâtel (Suiza) en 2012. Lo suyo no es hacer lo que siempre se ha hecho, desde luego; no es medir el tiempo mediante agujas o pantallas digitales. Lo suyo es hacerlo mediante líquidos. Los responsables de la marca se fijaron en los relojes de agua, que reflejaban el paso del tiempo por medio del agua que va cayendo de un vaso a otro. Y patentaron un ‘módulo microfluido’ con un tubo capilar de vidrio, fuelles metálicos y limitadores de fluidos, entre otros elementos.

CÓMO FUNCIONA. En sus instrumentos, un líquido de color da muestra del pasado reciente, mientras que uno transparente indica el futuro inmediato, y ambos confluyen en el ahora. Un movimiento de reloj mecánico de cuerda manual que otorga ocho días de reserva de marcha sirve de gatillo para activar el impulso del líquido.

LA NOVEDAD. Lo último que ha salido de las inquietas mentes que están detrás de HYT es el H2O Time is fluid (El tiempo fluye), que apenas tiene líneas rectas. Está disponible en dos versiones: una en oro amarillo de 18 quilates y otra en acero inoxidable con acabados pulidos y satinados y un diámetro de 51 mm y 19,95 mm de alto. Ambas son ediciones limitadas a veinte unidades cada una. En la versión de acero, las horas fluidas se señalan en negro, y también se muestran los minutos y los segundos y la reserva de marcha en el fondo de la caja. Tampoco su correa está vista: es de caucho traslúcido gris, con un cierre desplegable de titanio.

PVP: 115.000 €

RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Sigue sin pasar de moda

IDENTIFICABLE. El Tank, uno de los relojes más longevos de Cartier, no necesita presentación, pues es uno de los más famosos del mundo. Apenas ha cambiado de aspecto, y eso que lleva en el mercado una centuria. Su ADN es fácilmente identificable: forma rectangular (como un tanque blindado visto desde arriba), números romanos, minutería ferrocarril (esa línea que marca la escala de los minutos como los raíles), corona rematada con un cabujón de zafiro y angarillas (las dos barras paralelas de la caja que integran los enganches de la correa).

HISTORIA. El Tank nació en 1917 de la mano de Louis Cartier. Inspirado en las cadenas articuladas (las ruedas o llantas de oruga) de los tanques de la Primera Guerra Mundial, a lo largo de los años ha dado lugar a mil y una versiones, tanto para hombre como para mujer.

DE CUARZO Y ACERO. Una de ellas es este Tank Solo, con movimiento de cuarzo, cristal de zafiro y una caja de acero con unas dimensiones de 34,8 mm x 27,4 mm y 5,55 mm de grosor. Su corona, en este caso perlada, está decorada con un cabujón de espinela sintética. En la esfera opalina plateada clara destacan las agujas de acero azulado con forma de espada. Se ajusta a la muñeca con una correa de piel de becerro graneada negra con hebilla doble desplegable y ajustable de acero. Disponible en dos tamaños, grande y pequeño, ofrece varias correas diferentes para intercambiar, y es hermético hasta los treinta metros.

PVP: 2.450 €

RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Como una pantalla de televisión

DE NEUCHÂTEL. Hautlence es una de las marcas nicho que pueblan el mapa relojero suizo, y cuenta con el apoyo de MELB Holding, un grupo de relojería familiar independiente. Se fundó en 2004 con un nombre que desordena la palabra Neuchâtel usando sus letras y que rinde así un homenaje a la cuna de la relojería. Sin embargo, sus propuestas no tienen mucho que ver con los códigos tradicionales. Más bien se centra en crear nuevos enfoques para la visualización del tiempo. Sus relojes se crean y se producen en Neuchâtel y en las montañas del Jura, si bien los componentes se producen externamente.

OCHO CALIBRES. Este año, Hautlence ha presentado su octavo calibre y el reloj HL Sphere. En él, una bola azul ocupa la parte izquierda de la esfera, exhibida por un cristal de zafiro con una pequeña cúpula. Tiene doce números grabados y gira sobre sí misma a través de tres ejes de rotación para revelar la hora actual. Parece una danza aleatoria, pero viene dictada por cuatro engranajes cónicos que se mueven alrededor de dos ejes cruzados e inclinados en un ángulo de 21 grados.

A LA VISTA. A la derecha de la esfera hay una pantalla de minutos retrógrada con una manecilla que recorre una pista de minutos que se abre al movimiento. Esta apertura hace que se vea el tren de engranajes, que ralentiza el curso de la manecilla de los minutos cuando vuelve a cero, regulando su velocidad para reducir las fuerzas de impacto. La caja de oro blanco adopta la forma de pantalla de televisión. Una correa de piel de cocodrilo, en el mismo tono azul que la esfera, agrega el toque final a la pieza.

PVP: N.D.

RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Tradición y atemporalidad

PRINCIPIOS. En Longines, fundada en Saint-Imier (Suiza) en 1832 y hoy miembro del grupo Swatch, tienen devoción por la tradición, la elegancia y el rendimiento. Los nombres de sus colecciones lo dicen todo: Heritage, Conquest Classic, Elegant Collection… Este modelo, en concreto, se integra en la línea La Grande Classique, que vio la luz en 1992, y sus hechuras y detalles son precisamente así: clásicos y atemporales.

SENCILLEZ Y CUARZO. Con un perfil muy delgado, la caja redonda de acero inoxidable mide 33 mm de diámetro, lo que la hace ideal para las muñecas femeninas. Dispone de un cristal de zafiro resistente a los arañazos y es sumergible hasta treinta metros. En su sencilla esfera blanca se muestran unos finos números romanos pintados y unas agujas plateadas. Solo son dos: la que marca las horas y la de los minutos. Dentro se mueve el calibre L420 de cuarzo. Y la caja se sostiene con un brazalete de acero con triple cierre desplegable de seguridad y mecanismo de apertura mediante un pulsador.

EL LOGO ALADO. Bajo las 12 h se ubica el nombre de la marca y su conocido logotipo, un reloj de arena alado que ya se empleaba en 1867 como garantía de calidad para luchar contra las falsificaciones. De este modelo existen muchísimas versiones, en azul, bicolor, con brillantes en el bisel, en oro amarillo, con pulsera de piel de caimán, con esfera plateada, de nácar con decoración en forma de estrella… Para la clienta que lo desee le será difícil elegir una sola opción.

PVP: 930 €

RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Todo es diferente

INTRIGANTE. En Urwerk presumen de que su diseñador y cofundador Martin Frei es un maestro del diseño intrigante. La idea es que sus instrumentos te desconcierten, porque se supone que los relojes no deben tener ese aspecto, y no sabes de inmediato cómo funcionan. El UR-111C Black Cobra no es una excepción. Por ejemplo, carece de corona pero muestra una palanca. Porque las funciones de dar cuerda al reloj y ajustar la hora se han separado. La corona se ha transformado en un cilindro largo que se gira con el dedo para dar cuerda al reloj. Para ajustar la hora, se levanta la palanca a la derecha del reloj.

HERMANO MAYOR. En 2009, Urwerk presentó el CC1 King Cobra, que mostraba el tiempo en una escala lineal en un cilindro giratorio. El King Cobra se distinguió por su diseño de niveles múltiples con indicaciones en zonas separadas y una completa ausencia de agujas. En muchos aspectos técnicos, el UR-111C Negro es su descendiente. Al igual que el King Cobra, éste muestra sus indicaciones en la parte inferior de la caja, para que se pueda saber la hora de un vistazo sin tener que girar la muñeca.

CONOS. Las horas se marcan en números arábigos en un cono giratorio. En el lado derecho, un cono graduado gira una vez por hora para dar una lectura exacta de los minutos. Entre los dos, una amplia ventana repite los minutos en una pantalla que proporciona una nueva inclinación en los minutos lineales del CC1 King Cobra. La caja acanalada es de acero recubierto de negro con curvas de titanio.

PVP: N.D.

RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Un toque asimétrico

QUIÉN ES. Frederique Constant es una casa relojera ginebrina relativamente reciente, fundada en 1988 por el matrimonio Peter y Aletta Stas. Desde 2016 pertenece al grupo japonés Citizen, y participa en todas las etapas de la producción de sus relojes, desde el diseño inicial hasta el desarrollo. La marca, que tiene previsto ampliar su capacidad de producción en este primer semestre del año, fue precursora de los relojes híbridos fabricados en Suiza cuando lanzó en 2015 el Horological Smartwatch, equipado con la tecnología MMT SwissConnect y dotado de una esfera analógica.

SLIMLINE. Este año también, Frederique Constant ha incorporado su vigésimo octavo calibre, el FC-723, a su colección Manufacture Slimline. Se basa en otro calibre propio, el FC-703, al que se ha añadido un módulo de reserva de marcha que asciende a cincuenta horas. El resultado es un reloj con un aspecto muy clásico y un toque asimétrico.

VARIEDAD. En una caja de 40 mm de acero, el reloj cuenta con indicación de horas y minutos y ventanilla de fecha a las 6 h. El indicador de reserva de marcha se encuentra situado a las 10 h en la esfera, con un sector de color rojo que indica que es necesario ponerse el reloj o darle cuerda. Hay otros tres modelos como éste, algunos con caja de acero chapado en oro rosa, con diferentes colores de esfera (plateada, gris oscuro o azul marino), números romanos y decoración de rayos de sol con agujas blancas o negras pulidas a mano. El conjunto se completa con una correa de piel de aligátor con cierre desplegable.

PVP: 3.490 €

RELOJES CLÁSICOS VS FUTURISTAS

Arquitectura y técnica

PREMIO DE DISEÑO. Armin Strom es una marca nicho e independiente suiza que ha ganado cierta popularidad tras obtener tres veces el Premio de diseño Red Dot en la categoría de relojes por sus productos. Una de las veces ha sido con su modelo Dual Time Resonance, impresionante no solo por su arquitectura sino por su destreza mecánica. Se trata de un reloj que incluye dos sistemas de regulación independientes, uno al lado del otro, conectados por un resorte de embrague de resonancia que aumenta la precisión. La frecuencia natural de cada uno de los dos movimientos está sincronizada, y esa fuerza es constante a lo largo de toda la reserva de energía del reloj.

DOS MOVIMIENTOS. El primer movimiento permite que una de sus dos esferas indique la hora local, y el segundo aporta un segundo huso horario. Una subesfera central muestra una pantalla de 24 horas con una aguja movida por cada movimiento, y deja claro qué dial se establece para qué hora. Dado que las pantallas de tiempo son independientes entre sí, cualquier uso se puede aplicar al segundo disco.

DOS BARRILETES. El calibre ARF17 contiene 70 joyas, 419 componentes y viene en una caja de oro blanco. Cada movimiento tiene dos barriletes, lo que permite una reserva de energía más larga: 110 horas cada uno. El reloj es resistente al agua hasta cincuenta metros de profundidad, y luce manecillas de acero inoxidable pulidas. La caja (de 59 mm x 43,4 mm) está realizada en oro blanco, y se entrega con una correa de cocodrilo negro y doble cierre de acero.

PVP: 200.000 €

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