Rafael Nadal se sintió ayer más leve que nunca. Incluso en la derrota. Porque durante su enfrentamiento con el alemán Alexander Zverev en la arcilla roja de París estrenó el reloj más liviano que Richard Mille ha fabricado jamás para él. El nuevo RM 27-05 Flying Tourbillon Rafael Nadal solo pesa 11,5 gramos sin la correa, y además resiste una fuerza g de 14.000, lo que supone un récord doble para un tourbillon de cuerda manual.
Se han cumplido catorce años (el número de Roland Garros que atesora el de Manacor) de los inicios de la relación profesional y personal entre el tenista y Richard Mille. Es una de las asociaciones actuales más longevas entre una relojera y un deportista. La firma independiente que confundó en 2001 el francés Richard Mille apoya a Nadal desde 2010, año en el que le ofreció un modelo RM 027 Tourbillon para que se lo ciñera a la muñeca antes de salir a la pista. Pero el ex número 1 del mundo no competía con reloj. “Primero, como broma, me entregó un pesadísimo reloj de platino. Al reaccionar como esperaba, rápidamente me mostró un prototipo del RM 027: un reloj sorprendentemente ligero con unas líneas espectaculares”, ha dicho el campeonísimo. Ese RM 027 pesaba 20 gramos.
El nuevo RM 27-05, que comenzó a gestarse en 2019, también es un mecanismo de tourbillon. Y, como está en el espíritu de la enseña mejorar constantemente las prestaciones de sus productos, ahora se presenta más liviano. A esa dieta para perder peso ha contribuido un compuesto inédito, el Carbon TPT B.4 desarrollado por Richard Mille y su socio suizo North Thin Ply Technology.
La caja negra, con unas medidas de 37,25 x 47,25 mm y unos muy escasos 7,2 mm de grosor, se ha producido con este material que, según la marca, es un 4% más denso que el Carbon TPT que suele emplear, y mantiene la “tecnología de capa delgada” (en inglés, TPT son las siglas de thin ply technology) que se utilizó por primera vez en el RM 27-02 Tourbillon Rafael Nadal de 2015. Está formado por múltiples capas de filamentos de carbono paralelos impregnados de resina y apilados, que se calientan en hornos de alta presión para su posterior mecanizado. Además, la fibra del Carbon TPT B.4 es un 15% más rígida, y la resina, un 30% más resistente.
La caja forma un bloque con el fondo, y protege un calibre ultraplano basado en el RMUP-01 de la casa, con una reserva de marcha de 55 horas y un tourbillon volante (que suprime el puente superior convencional) que oscila a una frecuencia de 3 Hz. El movimiento no está sujeto a la caja con tornillos, sino que ésta presiona al calibre para mantenerlo en su sitio. Tampoco se ha colocado un cristal de zafiro, sino uno de PMMA, un polímero con tratamiento antirrayado menos pesado.
El RM 27-05 Flying Tourbillon Rafael Nadal tiene un precio de un millón de euros, y se comercializarán 80 ejemplares del modelo.