Este año, los responsables de TAG Heuer se han puesto unas gafas con cristales verdes para ver la vida. Y así, la mayoría de las novedades que han lanzado a principios de 2024 las han teñido de este color de moda, en un tributo “a los tonos verdes antiguos de los coches de carreras que surcaban caminos y circuitos en las décadas centrales del siglo XX”, dicen en la firma.
La relojera que dirige Julien Tornare, después de que Frédéric Arnault ascendiera a director de la división de relojes del grupo LVMH, ha presentado el mismo Carrera Glassbox que llegó en negro y en azul en 2023 (año en el que el gran icono de la marca celebró su sesenta aniversario), con esfera verde esta vez. Recuerda a los Carrera de los años 70, cuando lucían un cristal sintético abovedado Hesalite. Esa forma curvada por los lados y plana en la parte superior se mantiene, aunque ahora el cristal es de zafiro (más lujoso) en esta versión de acero de 39 mm de diámetro.
Sorprende porque muestra un solo contador de minutos, sin el segundero independiente al lado. No surge de la nada: se basa en ejemplares históricos de los 60, y funciona con un movimiento automático, el Heuer 02, dotado de una reserva de marcha de 80 horas.
No es el único Carrera inédito que ha llegado a 2024. Otro cronógrafo Glassbox, en este caso un tourbillon de 42 mm, también con esfera verde azulada (un tono que hizo su debut en una edición limitada del Carrera de 2021), se ha añadido a la colección.
Cinco Solargraph
Del color de la esperanza es también la esfera de uno de los nuevos Aquaracer Professional 200 Solargraph, si bien no es el único. Hay cinco novedades (en azul, verde menta y nácar) de tres agujas con fecha de 34 mm, pensados para la mujer. Por primera vez incorporan un movimiento de cuarzo que funciona con energía solar. Disponibles a partir de abril, están fabricados en acero. Y, como los modelos de 40 mm lanzados en 2022, estos tienen un bisel con escala de 60 minutos, resistencia al agua hasta 200 metros e índices y agujas con material luminiscente. Algunos de ellos, además, cuentan con diamantes engastados en el bisel y/o en los marcadores de hora, por lo que sus precios oscilan entre 2.100 y 4.950 euros.
Hay un verde más: el del nuevo Connected Calibre E4, que ofrece tres esferas distintas en este color. De 45 mm de diámetro y 15,3 mm de grosor, con caja de acero y bisel de cerámica, lo mismo te conecta con tus amigos que monitoriza tus sesiones de fitness y se preocupa por tu salud. Se vende con una correa intercambiable de caucho verde con cierre desplegable y cuesta 1.700 euros. Además, TAG Heuer ha reunido los diseños de sus relojes mecánicos clásicos y los ha volcado en su modelo conectado, que ahora puede lucir hasta un tourbillon (virtual). Las tres nuevas esferas se inspiran en el Carrera, en el Aquaracer y en el Fórmula 1.
Piedras únicas
Por último, pero no menos importante, se halla el Carrera Date Plasma Diamant D’avant-garde de 36 mm en oro blanco, una innovación tecnológica de TAG Heuer que aterrizó en sus tiendas en 2023 con diamantes rosas cultivados en laboratorio. En esta ocasión ha cambiado el tono de las piedras por el amarillo. Mediante un proceso de deposición química de vapor (que llaman tecnología de plasma), se inducen alteraciones controladas durante la fase de crecimiento del diamante que aportan homogeneidad a toda la estructura de la piedra.
En este reloj, es la corona la que está engastada con un único diamante amarillo de 1,3 quilates. Pero también llama poderosamente la atención por su esfera policristalina de 2,9 quilates, que se obtiene cultivando un gran número de cristales de diamante como uno solo. Se completa con una decoración de 12 índices de oro blanco engastados con diamantes blancos de talla baguette de 0,5 quilates cultivados en laboratorio. Y con un diamante amarillo ubicado en el escudo de la firma, debajo del logotipo Carrera. Su precio asciende a 90.000 euros.