La feria relojera más importante del mundo, Watches & Wonder (que se celebra estos días en Ginebra), despierta numeroso interés por los nuevos modelos de relojes que allí se presentan. Pero cuando unos vienen… otros se van.
Es lo que le ha pasado al Oyster Perpetual Milgauss, de Rolex. Este Milgauss supuso un hito para la industria, siendo el primer reloj resistente a los campos magnéticos y diseñado para responder a las necesidades de los ingenieros y los científicos.
Creado en 1956, puede resistir campos magnéticos de hasta 1000 gauss y ha sido –y seguirá siendo– una pieza clave para reivindicar el vínculo histórico que une a la marca con la investigación científica. Su diseño y su segundero en forma de rayo lo hacen especialmente apreciado por los coleccionistas; que ahora, seguro, lo desearán más si cabe.
Además, cuenta con cristal de zafiro verde desarrollado por Rolex, resistente a las rayaduras e inalterable con el paso del tiempo. Su tono verde claro, presente en todo el cristal tintado, se vuelve casi luminiscente en su borde exterior biselado.
El Milgauss tiene una esfera negra con índices luminiscentes color naranja a las 3, 6 y 9 horas. Además, la caja de 40 milímetros utiliza acero Oystersteel, que pertenece a la familia del acero 904L, las aleaciones más utilizadas en la alta tecnología y en las industrias química y aeroespacial, que resiste a la corrosión. El acero Oystersteel es extremadamente resistente, ofrece un acabado excepcional al ser pulido y conserva su belleza incluso en las condiciones más extremas.