El hombre misterioso de la escena internacional, George Santos, se presentó en su primer día en el Congreso con lo que parece ser un Cartier Santos, que cuesta 7.800 dólares.
Al menos, eso es lo que cuestan los auténticos. Las imitaciones cuestan sólo 150 dólares. Un experto en relojes de lujo, que identificó de forma independiente el reloj para FORBES, advirtió que es imposible estar seguro del tipo de reloj -y mucho menos de su autenticidad- a partir de las fotos disponibles. Santos no respondió a los correos electrónicos, y las llamadas a su oficina fueron directamente al buzón de voz, que no podía aceptar nuevos mensajes.
El diputado electo Santos se enfrenta a investigaciones locales, estatales y federales después de que salieran a la luz informes de que había mentido muchas veces sobre su biografía. Además, las autoridades brasileñas reabrieron esta semana un caso de fraude contra el nuevo diputado, de 34 años, alegando que utilizó un nombre y un talonario de cheques falsos para comprar ropa por valor de 700 dólares.
En un giro irónico, el Cartier Santos, uno de los relojes más famosos de la historia de la relojería, tiene sus raíces en Brasil. Louis Cartier diseñó el Santos de Cartier en 1904 para su amigo, el aviador brasileño Alberto Santos-Dumont, que tenía dificultades para dar la hora mientras volaba utilizando un reloj de bolsillo sin soltar las manos de los mandos de su avión. El resultado, con su caja cuadrada redondeada y sus tornillos a la vista, fue el primer reloj de piloto y uno de los primeros relojes de pulsera fabricados en serie.
En su segundo día en la Cámara de Representantes, George Santos cambió el brazalete de acero inoxidable de su Santos por una correa de caucho azul. En cualquier caso, es probable que el reloj siga corriendo en su carrera en el Congreso.
