No todos los precios que marca la alta relojería suiza son inalcanzables. Algunos fabricantes se esfuerzan por ofrecer la mejor calidad al mejor coste, brindando experiencia y creatividad sin que los aficionados tengan que romper el cerdito de los ahorros para regalar (o regalarse) sus piezas esta Navidad. En el caso de Baume & Mercier, con sede en Ginebra, ese afán es evidente. Lleva creando relojes legibles, fiables, de calidad y diseño desde 1830, ahí es nada. Su nombre se lo debe a William Baume, gerente, y a Paul Mercier, descendiente de una saga relojera que se instaló en el Valle del Jura helvético en el siglo XVI. Ambos se unieron en 1918 para volcar su saber hacer y su capacidad para innovar en una compañía que supo interpretar en cada momento la modernidad y el progreso de la sociedad.
A lo largo de su historia, Baume & Mercier ha adornado la muñeca de hombres y mujeres con relojes bien diseñados que se adaptan tanto a los entornos profesionales como a los momentos de ocio. Las equilibradas formas de los modelos atemporales de esta casa encuentran su máxima expresión en la colección Riviera, una de las cinco que conforman el catálogo de la firma (junto con Baume, Clifton, Hampton y Classima). Riviera emergió como uno de los primeros modelos deportivos de acero, inspirado en el arte de vivir y en la elegancia relajada de la Riviera francesa.
Desde entonces, el Riviera se ha reinterpretado en numerosas ocasiones, dada su aceptación en el mercado. El año pasado, sin ir más lejos, la enseña le dio nuevos bríos y entregó la quinta generación del ejemplar, manteniendo intactas sus líneas puras, su bisel dodecagonal y sus cuatro tornillos, y con brazaletes intercambiables. Aunque está a punto de cumplir los cincuenta, se halla en plena forma, ya que este año ha recibido más versiones, agrandando una amplia lista con treinta opciones para todos los gustos. Y no se nos ocurre mejor opción para obsequiar a los más allegados en estas Fiestas.
Los nuevos Riviera
Las novedades están pensadas tanto para ellos como para ellas. Los hombres cuentan con un Riviera inédito de acero de 42 mm de diámetro con esfera gris ahumado y brazalete integrado (3.900€). En su revés se pueden admirar los engranajes del calibre Baumatic, que ofrece una reserva de marcha de cinco días o 120 horas, una barbaridad. A éste se le suma el Riviera de 42 mm automático con bisel de titanio, brazalete intercambiable (se puede canjear el de acero por una pulsera de caucho gris sin necesidad de herramientas) y dial en gris pizarra con una decoración ondulada.
Otras incorporaciones a la familia tienen a la mujer en su punto de mira. Puesto que el Riviera se imbuye del espíritu libre de la Costa Azul, su nueva versión automática Coastline de 33 mm en acero refleja el color del Mediterráneo en su original esfera degradada, lacada y engastada con 63 diamantes de siete tamaños dispuestos de manera que dibujan la Riviera gala. A este reloj se suman dos ejemplares automáticos de 33 mm también pero con esferas en rosa con efecto rayos de sol o en nácar blanco.
Y, además, hay dos disponibles en acero de 36 mm, un tamaño cómodo que se está imponiendo en la alta relojería. Uno de ellos con bisel de titanio y movimiento automático, y el otro de cuarzo con 44 diamantes en el bisel.
También cronógrafos
El azul vibrante vuelve a acompañar este año a tres Riviera más con silueta de acero: en versión Baumatic y automática bicolor de 42 mm con cinco días de reserva de marcha y una decoración de malla con toques náuticos, o de cuarzo con autonomía de diez años de 36 mm. Todos con correa de caucho azul con apariencia de lona, ideales para lobos marinos.
Y no se vayan todavía, aún hay más: dos Riviera con fases de la luna y tres versiones con cronógrafo, una de las complicaciones más útiles que hay y de las preferidas por los aficionados relojeros. Muy esperados, son tres modelos de 43 mm deportivos y elegantes que llegan como una bocanada de aire fresco. Los primeros cronógrafos Riviera se presentaron en los años noventa, de manera que la casa conoce el terreno que pisa. Los nuevos son fieles a los originales, con una esfera con decoración en forma de olas que simboliza el encuentro entre la montaña y el océano, y brazaletes intercambiables de acero o caucho provistos de un sistema de intercambio desarrollado por Baume & Mercier.
Se puede elegir entre una caja de acero pulido y satinado con dial azul y correa de caucho azul a juego y una esfera negra con brazalete integrado de acero. El tercer modelo muestra una caja negra de acero ADLC granallado, esfera negra y correa de caucho negro.
Los tres incorporan un movimiento mecánico automático con una reserva de marcha de 48 horas que aporta el día y la fecha a las 3 h, un segundero pequeño a las 9 h y dos contadores auxiliares para las funciones de cronógrafo (totalizador de los minutos a las 12 h y cuenta atrás de las horas a las 6 h).
Todos estos relojes se los puede “probar” en la propia web de la marca gracias a la tecnología Virtual Try-On de Baume & Mercier. Empleando la cámara del teléfono móvil y visualizando en la muñeca mediante realidad aumentada cualquiera de los modelos de la colección Riviera es más fácil elegir el que mejor se adapta a cada uno. Seguro que en Baume & Mercier encuentra lo que estaba buscando. Para regalarse u obsequiar a los demás.