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Tres nuevos relojes Breitling para los amantes de los coches clásicos

La colección cápsula Top Time Classic Cars rinde homenaje a los autos deportivos estadounidenses de la década de 1960, iconos a día de hoy.
Top Time Classic Cars Squad_RGB

En la plaza relojera de alta gama, Breitling es una marca conocida por alcanzar el estatus de célebre con sus relojes profesionales de aviación. No obstante, la enseña suiza ha indagado en otros terrenos para seducir a un público más amplio, sobre todo desde la llegada de su consejero delegado Georges Kern, en 2017. Uno de esos campos es el del automóvil, en el que Breitling destaca por su longeva colaboración con el fabricante británico de coches Bentley. También firmó a principios de este año una alianza con la casa australiana de motos y ropa Deus ex Machina.

Y en esas sigue la firma, rodando por las sendas del motor y anunciando ahora una colección cápsula de tres cronógrafos de carreras de nombre Top Time Classic Cars, que se inspiran en un trío de iconos sobre ruedas vintage del otro lado del Atlántico: el Chevrolet Corvette C2 ‘Sting Ray’ de 1966 (la segunda generación del Chevrolet Corvette), el Ford Mustang de 1964, que tantos actores de Hollywood condujeron, y el Shelby Cobra 427 de 1965.

La diferencia entre ésta y otras asociaciones de marcas de relojes y empresas automovilísticas, que abundan, es que en esta ocasión una firma suiza ha mirado más allá de Europa. En el Viejo Continente, Porsche, Ferrari, Rolls–Royce y Aston Martin, entre otras, han servido de modelo para el diseño de relojes de enseñas como Chopard, Tag Heuer y Hublot, mientras que Breitling se ha fijado en los autos estadounidenses, con muchos menos relojes asociados.

Para esta colección cápsula, la relojera que dirige Kern ha tomado su línea de cronógrafos Top Time, el primero de los cuales fue lanzado en 1964 como herramienta para pilotos y corredores profesionales. Tiene sentido que un cronógrafo (ligado como ningún otro tipo de reloj al automovilismo) de los 60 se ‘fije’ en coches de la misma época.

Mismo precio, distinta esfera

Lo que más llama la atención de estos ejemplares es su colorido. El Top Time Chevrolet Corvette se ha vestido de rojo y negro; el Ford Mustang, de verde y marrón; y el Shelby Cobra, de azul, blanco y marrón. Los dos primeros miden 42 mm de diámetro, y el tercero, 40. Por lo demás, todos comparten material (acero) con acabados pulidos, un cristal de zafiro abovedado, una hermeticidad en el agua de hasta 100 m de profundidad, subesferas entre cuadradas y redondas (vistas por primera vez en la edición limitada Top Time Deus), anillos con escala de taquímetro, índices y agujas de horas y minutos con material luminiscente y certificación del Cosc. También el precio es el mismo: 5.440 euros cada uno.

La esfera y el reverso de la caja, en cambio, son diferentes en cada reloj, ya que muestran con detalle el logotipo grabado de cada vehículo: una bandera cruzada en el Chevrolet Corvette, un caballo galopante en el Ford Mustang y una serpiente en el Shelby Cobra, que es el modelo más pequeño y sencillo. Éste lleva un Calibre 41 de Breitling en su interior y presenta un diseño clásico de dos registros: precisión de ¼ de segundo y 30 minutos.

Los otros, ambos con el Calibre 25 de la marca, un movimiento de cronógrafo con carga automática basado en el ETA 2892-A2, tienen una capacidad de medición de 1/8 de segundo (la manecilla de segundos del cronógrafo central se mueve al doble de la velocidad normal, completando el circuito del dial en 30 segundos), y cuentan con medidores de 30 segundos, 15 minutos y 6 horas.

Estos relojes se combinan con correas de piel de becerro con perforaciones que imitan el estilo rally y un toque de color en el revés: el amarillo de carreras característico de Breitling. Sin duda, lo vintage sigue de moda.

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