El multimillonario inversor Warren Buffett, de 95 años, anunció el lunes en su carta de Acción de Gracias que acelerará el ritmo de distribución de su fortuna a las fundaciones de sus hijos, su última decisión relacionada con su legado después de que en mayo publicara que dejaría el cargo de director ejecutivo de Berkshire Hathaway a finales de año.
Buffett afirmó en un comunicado que necesitaba «acelerar el ritmo de las donaciones en vida» a las tres fundaciones de sus hijos con el fin de «mejorar la probabilidad de que dispongan de lo que esencialmente será todo mi patrimonio antes de que otros administradores los reemplacen».
«Los tres hijos tienen ahora la madurez, la inteligencia, la energía y el instinto necesarios para administrar una gran fortuna», afirmó Buffett en su declaración. «Es muy posible que tengan que adaptarse a un mundo que está cambiando significativamente a su alrededor. Gobernar desde la tumba no tiene un gran historial, y nunca he sentido la necesidad de hacerlo».
Los hijos de Buffett, de 72, 70 y 67 años, tienen tres fideicomisarios suplentes en caso de fallecimiento prematuro o discapacidad, según Buffett, quien afirmó que los fideicomisarios «son personas excepcionales y sabias en los asuntos del mundo» y «no tienen motivos conflictivos».
Acciones por unos 1.350 millones de dólares
El inversor proporcionará a las fundaciones acciones de clase B de Berkshire Hathaway por valor de unos 1.350 millones de dólares.
Buffett señaló que mantendrá «una cantidad significativa de acciones de clase A» hasta que los accionistas de Berkshire confíen en su sucesor, el director ejecutivo de Berkshire Hathaway Energy, Greg Abel, y añadió: «Mis hijos ya apoyan al 100% a Greg, al igual que los directores de Berkshire».
El multimillonario afirmó en su carta que «se retirará» y «ya no redactará el informe anual de Berkshire ni hablará sin cesar en la junta anual», aunque seguirá escribiendo un mensaje de Acción de Gracias cada año.
Adiós a final de año
Buffett anunció durante la reunión anual de Berkshire Hathaway que dejará su cargo de director ejecutivo a finales de año, cuando será sustituido por Abel.
En la reunión de Berkshire, Buffett analizó las políticas arancelarias del presidente Donald Trump y afirmó que «el comercio no debe ser un arma» y que Estados Unidos «debería buscar comerciar con el resto del mundo».
Asimismo, el empresario dijo a los accionistas que «no se desanimaría» respecto al papel de Estados Unidos como potencia económica, y afirmó que la volatilidad del mercado que surgió después de que Trump anunciara sus aranceles radicales «no era realmente nada» en comparación con crisis económicas más graves en la historia de Estados Unidos.
