Forbes Ricos

Metodología: así se ha hecho la lista Forbes de los más ricos de España 2025

El ránking de los españoles más ricos analiza el valor de sus empresas, la gestión del cash y otros activos como fincas. La valoración no mide el dinero, capital o el patrimonio (no es comparable con el patrimonio en términos de impuestos), sino el valor que las empresas y activos de los ricos tendrían en el mercado. Así, su riqueza es un exponente más del éxito o fracaso en la gestión de sus negocios. Cabe destacar que una parte relevante de las empresas controladas por los ricos son de tipo privado y publican sus balances con, al menos, un año de retraso, y en ocasiones con dos o más. Por otro lado, los ricos eluden actualizar los datos de su participación real en las empresas y holding privados en los que participan. Por ello, para elaborar el ránking se utilizan datos indiciarios para calcular tanto la participación real de los ricos como la evolución teórica de los negocios a fecha actual. En cada una de las familias más acaudaladas, se calcula la participación real de cada uno de sus miembros, o se hace una estimación de su participación y se atribuye un valor a las empresas. La suma final de la riqueza se hace por persona y empresa, tanto si son gestores (presidentes, consejeros delegados…) como si solo son accionistas o administradores. Todo ello, con el criterio más conservador posible.

Los 11 parámetros que se han utilizado para esos cálculos han sido los siguientes:

  1. En las empresas cotizadas y sicav: capitalización y patrimonio al cierre del tercer trimestre.
  2. En las empresas privadas: valoración por comparables de ingresos, patrimonio y rentabilidad con empresas similares en Bolsa.
  3. Para los casos en los que no existe esa valoración por comparable, se ha valorado por el patrimonio neto de la compañía cotizada.
  4. En los últimos años se hace una estimación a fecha actual de los datos fundamentales (ingresos, ebitda, resultados…) de los balances en función de la evolución de comparables en Bolsa.
  5. En las entidades financieras y aseguradoras privadas: comparativa de ingresos y margen con entidades comparables cotizadas.
  6. En los holdings privados de inversión: actualización del patrimonio neto y cartera de inversiones con los ratios de sociedades comparables.
  7. En los inmuebles urbanos en alquiler: capitalización de los ingresos por renta según el tipo de activo (residencial, oficinas).
  8. En las fincas rústicas y de caza: estimación del valor según superficie y localización. En las fincas destinadas a la gestión cinegética y turismo: valoración del negocio según ingresos.
  9. Valoración conservadora de la liquidez personal, inversiones temporales, propiedades inmobiliarias y activos suntuarios (joyas, yates…).
  10. En las operaciones corporativas relevantes de los dos últimos años: estimación del posible efecto en el patrimonio del titular. Esta estimación se actualiza, al alza o la baja, cuando se dispone de información más detallada.
  11. Deuda personal neta atribuible directamente a los ricos: a través de sus sociedades patrimoniales, y garantías para cubrir la deuda.

*La suma final de la riqueza se hace por persona y empresa, tanto si son gestores (presidentes, consejeros delegados…) como si sólo son accionistas o administradores. Todo ello, con el criterio más conservador posible.

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