Fernando De León tiene una de las historias más insólitas de la lista Forbes de multimillonarios. Su vida empezó con un golpe de suerte: Su madre, embarazada, cruzó de Matamoros (México) a Texas para darle a luz en un hospital estadounidense, lo que significó que De León era inmediatamente estadounidense gracias a la ciudadanía por derecho de nacimiento, una protección constitucional que el presidente Donald Trump está intentando acabar en la actualidad.
«Viví un experimento muy singular, porque nadie más con quien crecí -mis hermanos, nadie- tuvo ese viaje», dice De León, ahora de 46 años, a Forbes. Aunque creció en México, su estatus le permitió ir a la escuela en Texas. Cruzaba la frontera cada mañana para ir a clase. «Pivotar constantemente entre estos dos sistemas sociales diferentes, ver cómo funcionan o no las cosas en uno u otro lugar», explica a Forbes, »empieza a informar sobre tu idea de: ¿por qué funcionan algunas empresas? ¿Por qué funcionan algunos sistemas políticos? Fue muy formativo desde el principio».
Su familia cayó en la pobreza a la muerte de su padre, y él los mantuvo a flote convenciendo a los peces gordos del sector inmobiliario estadounidense que realizaban promociones en el extranjero de que él podía encargarse de importantes trabajos de traducción incluso a los 13 años. Esa temprana experiencia en el mundo inmobiliario le resultó útil en 2006, cuando fundó León Capital, que empezó desarrollando solares para constructores y luego edificios de apartamentos. La empresa es ahora un conglomerado que abarca 11 sectores, entre ellos la odontología, la salud mental y los seguros, y genera más de 800 millones de dólares en ingresos. De León posee al menos el 70% de cada filial y tiene un patrimonio de 2.800 millones de dólares, según estimaciones de Forbes.
La notable biografía de De León fue reconocida el martes, cuando recibió el premio Horatio Alger, un prestigioso galardón para estadounidenses que han superado la adversidad hasta convertirse en destacados líderes. En recientes conversaciones con Forbes, compartió algunos de los secretos de su éxito. Lea aquí el perfil ampliado de De León y su empresa.
1. Crear empresas que mejoren vidas
«En Estados Unidos se premia a las personas que construyen cosas o empresas que proporcionan utilidad a los demás», afirma De León. «Tenemos que invertir en cosas que mejoren la vida de la gente. Si lo hacemos, el capitalismo nos recompensa». Eso por sí solo puede generar cierto éxito, pero añade que crear una riqueza significativa también requiere afectar a un número importante de vidas: «Mi fórmula para la creación de valor siempre ha sido la utilidad de algo en relación con la referencia existente multiplicada por el número de personas que se benefician de ello. Si haces algo que es bueno, pero para muy poca gente, al capitalismo como que no le importa».
2. Permanecer aterrorizado de estar en bancarrota
Como creció con la escasez, De León dice que tiene «ese miedo a estar arruinado». Es útil, explica, porque la complacencia es peligrosa. «Ese miedo impregna cada decisión con un sentido de prudencia. Intentamos ser conservadores con todo». Siempre busca formas de ahorrar dinero. Hace poco, mientras estudiaba el inventario de dispositivos médicos de sus empresas dentales, descubrió que gastaban 20 millones de dólares al año en máquinas nuevas y las desechaban 3 o 4 años después, aunque siguieran funcionando. Así que hizo que su equipo empezara a revender las máquinas viejas a compradores en México para quienes eran grandes actualizaciones.
3. Si quieres hacerte rico, sé dueño de tu propio negocio
No se limite a ser un empleado; ser propietario de un negocio es una de las mejores formas de crear riqueza real, dice De León. La propiedad también incentiva el trabajo duro que garantiza el éxito de la empresa, que es una de las razones por las que los líderes de las empresas de León Capital a menudo tienen participaciones en ellas (él estará de acuerdo con la propiedad compartida desde el principio, o, en el caso de algunas de sus empresas médicas, más tarde dará a los médicos la oportunidad de comprar). «Una de las mayores mentiras que existen», afirma, es que el modelo de capital riesgo implica una verdadera propiedad. Las empresas de capital riesgo no conservan sus inversiones: «Sólo las alquilan durante unos años, cobran comisiones por ellas y luego tienen que venderlas». Señala la diferencia entre los activos gestionados por Carlyle (447.000 millones de dólares) y su capitalización bursátil (19.000 millones). En cambio, De Leon prefiere mantenerse a largo plazo y posee el 100% de León Capital y entre el 70% y el 100% de sus filiales.
4.Sumérgete en múltiples culturas
«Si observas a las personas que han creado empresas, apuesto que verás que normalmente han viajado a otros países, han trabajado en otros países, han visto otras cosas», dice. «Algunos son inmigrantes, otros son inmigrantes de segunda generación, algunos han vivido en el extranjero». Sumergirse en diferentes culturas ayuda a las personas a ampliar su visión del mundo de una manera que beneficia a sus empresas, dice, señalando el ejemplo de Steve Jobs, cuyos viajes a la India le inspiraron en parte para crear Apple. Para De León, crecer entre México y Estados Unidos le proporcionó una perspicaz comprensión del comportamiento humano. Y eso, a su vez, le ha ayudado a reclutar eficazmente:«Puedo calibrar a la gente de forma más constructiva».
5. Contrata a personas que piensen de forma poco convencional y tengan resistencia
Hablando de contratación, esto es lo que busca De Leon a la hora de contratar empleados de alto nivel: «Dime cómo eres capaz de resolver problemas que no están prescritos institucionalmente» o “dame un punto de vista contrario sobre un problema existente”. Crear una empresa de éxito suele implicar un pensamiento disruptivo, afirma. También necesita líderes que tengan «resistencia» y puedan soportar los inevitables baches que surgen al poner en marcha una nueva empresa: «No quiero estar en las trincheras con alguien que, a la primera señal de problemas, salga corriendo».
6. Asegúrese de que sus directivos son expertos
De León se asegura de que sus altos directivos sean expertos en la materia y conozcan todos los detalles de sus empresas, incluidos los costes relevantes a todos los niveles. Si un directivo no puede responder a sus preguntas durante una reunión -si, por ejemplo, ve que consulta los detalles a un subordinado directo-, apartará el capital de ese negocio, o incluso es posible que lo eche de la sala. Según él, es esencial disponer de datos precisos. «Estamos tomando grandes decisiones. Tenemos que acertar».
7.Estudie a la competencia
«Siempre hay pequeñas cosas que los operadores tradicionales falsifican», dice De León. Esas son vulnerabilidades que usted puede explotar». Para encontrar los puntos débiles hay que analizar con escepticismo tenaz todo lo que los competidores parecen hacer con éxito, y luego tener la audacia suficiente para creer que se les puede plantar cara. «Los titulares siempre tienen algún tipo de ventaja injusta. Si encuentras la forma de reproducirla o superarla, puedes construir un negocio en cualquier sector».