«La próxima revolución industrial ha comenzado», declaró el mes pasado Jensen Huang, cofundador y consejero delegado de Nvidia, durante la presentación de los resultados trimestrales de la compañía. «Empresas y países se están asociando con Nvidia para cambiar la base instalada de billones de dólares de los centros de datos tradicionales a la computación acelerada y construir un nuevo tipo de centro de datos, las fábricas de inteligencia artificial (IA), para producir una nueva mercancía, la IA.»
Nadie se ha beneficiado más del meteórico ascenso de Nvidia que Huang. Hace cinco años tenía un patrimonio estimado en 4.000 millones de dólares, ocupando el puesto 546 de los más ricos en la lista de multimillonarios del mundo de Forbes. Hace poco más de un año su fortuna era de 21.000 millones de dólares, en el puesto 76 del mundo. Ahora, con la capitalización bursátil de Nvidia superando los 3,2 billones de dólares, es el 12º más rico del planeta, con 115.000 millones de dólares, sobre todo gracias a su participación de casi el 4% en la empresa.
Aunque Huang es el accionista más conocido de Nvidia, hay muchos otros que se han beneficiado personalmente de la subida de las acciones. Entre los que más han ganado están otros cinco altos ejecutivos, como la directora financiera Colette Kress y el consejero general, Tim Teter, además de cuatro miembros independientes del consejo de administración que poseen en conjunto más de 10.000 millones de dólares en acciones.
Uno de los miembros del consejo es el multimillonario Mark Stevens, que empezó a trabajar en Nvidia en 1993, el mismo año en que se fundó la incipiente empresa de chips. Era un nuevo socio de Sequoia cuando el fundador de la empresa, Don Valentine, recibió una llamada del fundador de LSI Logic, Wilfred «Wilf» Corrigan. «Hay un chico que trabaja en LSI y me da pena que se vaya. Deberíais echarle un vistazo», le dijo Corrigan a Valentine, según Stevens. Valentine y Stevens se reunieron con Huang, que les planteó la idea de una empresa de diseño de chips gráficos 3D para juegos de PC. «Y pensamos: intrigante», dice Stevens. Sequoia puso un millón de dólares en la empresa, parte de una inversión que valoró la firma en sólo siete millones de dólares, según PitchBook. Stevens, que había trabajado en Intel y era el joven experto en semiconductores de Sequoia, se incorporó al consejo de Nvidia. Se marchó en 2006, en un momento en que los socios de Sequoia abandonaban los consejos de empresas públicas para centrarse en empresas privadas; en 2008, Stevens empezó a retirarse de Sequoia y Huang le invitó a volver al consejo. En gran parte gracias a la inversión inicial de Sequoia, Stevens posee ahora acciones de Nvidia por valor de 5.000 millones de dólares. Pero dice que no forma parte del consejo por el dinero. «Me encanta nuestro consejo. Creo que puede ser el mejor consejo de Estados Unidos».
Brooke Seawell, actual inversora de capital riesgo y exejecutiva de tecnología, fue convencida por otro ejecutivo de tecnología, Harvey Jones, para unirse al consejo de Nvidia en 1997. Ambos se conocieron cuando Seawell era vicepresidenta de Finanzas y Operaciones de Synopsys, donde Jones era consejero delegado. Nvidia «estaba en el sector de los semiconductores gráficos, un sector hipercompetitivo… y el CEO apenas superaba los treinta años. Ni siquiera había sido vicepresidente antes de fundar la empresa», recuerda Seawell. «Lo miré y dije: ‘Chico, esto no parece probable». Sin embargo, Jones, que se había incorporado al consejo en 1993, era persuasivo, y Nvidia buscaba a alguien con experiencia en finanzas y en sacar una empresa a bolsa, algo que Seawell había hecho en Synopsys. Seawell posee ahora 700 millones de dólares en acciones.
En términos relativos, los directores y ejecutivos de Nvidia poseen muchas acciones. En Microsoft, la empresa estadounidense más valiosa en estos momentos (con una capitalización bursátil de 3,3 billones de dólares), los directores y ejecutivos poseen en conjunto menos del 1% de las acciones del gigante del software, según su última representación. Lo mismo ocurre en Apple, que tiene la segunda mayor capitalización bursátil, con 3,3 billones de dólares. En Nvidia, los consejeros y directivos poseían el 4,23% de las acciones a 25 de marzo, según su presentación. En total, son más de 130.000 millones de dólares en acciones, aunque la gran mayoría está en manos de Huang. Una de las principales razones de esta diferencia accionarial es que, a diferencia de Nvidia, ninguno de los fundadores de Microsoft o Apple sigue formando parte del consejo de administración o como alto ejecutivo.
Benjamin Hermalin, profesor de finanzas en la Universidad de Berkeley, afirma por correo electrónico que los ejecutivos que poseen grandes cantidades de acciones, como Huang, tienen dos efectos generales. «En primer lugar, la propiedad de acciones por parte de los directivos hace que éstos se preocupen más por el valor de la empresa (el precio de las acciones), lo que es positivo para los demás accionistas», en igualdad de condiciones. Pero también podría hacer que el equipo fuera demasiado cauto, sabiendo que gran parte de su dinero está inmovilizado en las acciones.
Hasta ahora hay pocos indicios de que Huang sea reacio al riesgo.
Mientras tanto, es bastante fácil ver ahora por qué estos miembros del consejo de administración, así como personas con información privilegiada clave, conservaron tantas acciones, al menos hasta estos máximos históricos. Pero antes no era tan obvio. El primer chip de Nvidia, lanzado en 1995, había fracasado. A mitad del desarrollo de su segundo chip, Huang y su equipo decidieron que la arquitectura era incorrecta y dejaron de trabajar en ella, según un podcast de la empresa de capital riesgo Sequoia. «Entre 1993 y 1997 estuvimos a punto de quebrar tres veces», dice Stevens, miembro del consejo de administración. «Una de las cosas que decía Jensen era: ‘Estamos a sólo treinta días de quebrar'».
Nvidia dio la vuelta a la situación trabajando a la inversa en su tercer intento de diseñar un chip, abordando primero el software, explica Huang en el podcast de Sequoia. Se movió con rapidez debido a la evaporación de la financiación, y su siguiente chip fue un éxito. A principios de la década de 2000 desarrolló la primera unidad de procesamiento gráfico del mundo, o GPU, que se hizo enormemente popular para renderizar imágenes en videojuegos. Aproximadamente en la última década, Nvidia descubrió que los investigadores de IA –tanto del mundo empresarial como académico– utilizaban sus GPU para ejecutar redes neuronales –la base de la IA– y crear superordenadores de fabricación propia. Esto ayudó a tomar la decisión de apostar por la computación de IA, antes de que existiera un mercado demostrado. La apuesta ha dado sus frutos.
Una persona que se perdió miles de millones es el cofundador y antiguo director de Tecnología de Huang, Curtis Priem, que tenía el mismo número de acciones que Huang cuando Nvidia salió a bolsa en 1999, pero abandonó la empresa hace más de veinte años. Si hubiera conservado sus acciones, podría haberse hecho multimillonario. Priem vendió o donó todas sus acciones de Nvidia en 2007, según declaró a Forbes el año pasado, y está financiando un ordenador cuántico cuyo valor triplica su patrimonio neto actual, estimado en menos de cincuenta millones de dólares. No está claro qué ha hecho el cofundador y exvicepresidente de ingeniería Chris Malachowsky con sus acciones de Nvidia desde que las dejó hace dos décadas. No se le ha exigido que revele sus ventas o participaciones en Nvidia desde 2002, cuando poseía 773 millones de acciones (ajustadas por divisiones). No fue posible contactar con Malachowsky.
La empresa no perdió el ritmo tras la marcha de los cofundadores. Seawell, que lleva casi 27 años en el consejo de Nvidia, atribuye al liderazgo de Huang el haber dirigido la empresa con tanta firmeza. «La IA ha sido un concepto durante muchas, muchas décadas. Pero Jensen vio que, con suficiente potencia informática, podía convertirse en algo práctico y real», afirma Seawell. Huang no sólo dedica parte de su tiempo a la tecnología, sino que se centra en el trabajo en equipo y en ayudar a los empleados a hacer el trabajo que les apasiona, lo que a su vez ha permitido que la rotación de empleados sea muy baja: sólo un 3% al año, según Seawell, frente al 15% de la mayoría de las empresas de Silicon Valley.
Dice Seawell: «Jensen será el primero en decir que hemos tenido muchos altibajos y hemos cometido montones de errores. Pero hemos aprendido de ellos, y mejoramos constantemente».
Estos son los diez directores y ejecutivos actuales de Nvidia que más se han enriquecido con las participaciones y ventas de acciones de la empresa, con un aumento acumulado de 36.000 millones de dólares en el último mes:
*El patrimonio neto y el valor de las acciones son a fecha del viernes 14 de junio. El efectivo es neto de impuestos estimados, apreciado anualmente.
1. Jensen Huang
CEO de Nvidia | Patrimonio neto: 115.000 millones de dólares | Valor actual de las acciones de Nvidia: 114.000 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 1.500 millones de dólares
Huang ha recorrido un largo camino desde que limpiaba retretes en un internado rural de Kentucky cuando era estudiante. Aun así, si pudiera hacerlo todo de nuevo, no construiría Nvidia porque no se dio cuenta de lo difícil que podía ser, dijo en el podcast Acquired en febrero. Dice que siempre está trabajando, las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana. «Me siento a ver películas y no las recuerdo porque estoy pensando en el trabajo», dijo en una entrevista con Patrick Collison, cofundador de Stripe, el mes pasado, durante la cual también mencionó que no cree en las reuniones individuales ni en despedir a los empleados. En marzo, Huang adoptó un nuevo plan de negociación para vender seis millones de acciones de Nvidia, menos del 1% de su participación, en el próximo año.
2. Mark Stevens
Miembro del consejo de Nvidia | Patrimonio neto: 8.700 millones de dólares | Valor actual de las acciones de Nvidia: 5.200 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 400 millones de dólares
Stevens, antiguo inversor de capital riesgo, fue socio de Sequoia Capital cuando la empresa invirtió en PayPal, LinkedIn, Google y, por supuesto, Nvidia, en 1993, cuando se fundó Nvidia y toda la empresa valía sólo siete millones de dólares, según PitchBook. Stevens formó parte del consejo de Nvidia de 1993 a 2006 y volvió a incorporarse dos años más tarde. El empresario, que vendió acciones por valor de más de 120 millones de dólares en el último mes, también posee una participación minoritaria en los Golden State Warriors, donde es miembro del consejo ejecutivo de la propiedad. Dejó Sequoia en 2021 y ahora invierte principalmente a través de su propia firma, S-Cubed Capital.
3. Tench Coxe
Miembro del consejo de Nvidia | Patrimonio neto: 5.700 millones de dólares | Valor actual de las acciones de Nvidia: 4.800 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 400 millones de dólares
Al igual que Stevens, Coxe era un VC, representante del primer inversor Sutter Hill Ventures. Él también se unió al consejo de Nvidia el año en que se fundó la empresa. Aunque dejó Sutter en 2020, nunca abandonó Nvidia, y ahora está entrando en su cuarta década como director. Coxe es el tercer mayor accionista con información privilegiada de la firma. También ha sido accionista de la firma de software Snowflake, respaldada por Sutter Hill.
4. Harvey Jones
Miembro del consejo de Nvidia | Patrimonio neto: 1.400 millones de dólares | Valor actual de las acciones de Nvidia: 1.000 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 300 millones de dólares
Jones, que entró en el consejo de Nvidia con Stevens y Coxe en 1993, ha sido empresario, ejecutivo de alta tecnología e inversor de riesgo durante más de tres décadas. Fue cofundador de las empresas tecnológicas Daisy Systems en 1981 y Tensilica en 1997, así como consejero delegado de la empresa de automatización de diseño electrónico Synopsys, que actualmente vale más de 80.000 millones de dólares. En la actualidad, es sobre todo inversor a través de su empresa Square Wave Ventures.
5. Colette Kress
Directora financiera de Nvidia | Valor actual de las acciones de Nvidia: 700 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 50 millones de dólares
Vicepresidenta ejecutiva y directora financiera de Nvidia, Kress se unió a la compañía en 2013, cuando los ingresos eran de solo 4.300 millones de dólares. Desde entonces ha ayudado a supervisar uno de los mayores aumentos de ingresos de la historia: en el año transcurrido enero, Nvidia registró 60.900 millones de dólares en ingresos, quince veces más que hace una década. Al parecer, Kress se incorporó a Nvidia tras el respaldo de sus dos hijos pequeños, de ocho y diez años en aquel momento, que conocían la empresa por diseñar los chips que impulsaban sus juegos de ordenador favoritos. (Cada uno de sus hijos tiene ahora 400 acciones a su nombre.) Antes de Nvidia, Kress pasó tres años como directora financiera de una división de Cisco y trece años en Microsoft.
6. Brooke Seawell
Miembro del consejo de Nvidia | Valor actual de las acciones de Nvidia: 700 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 60 millones de dólares
Seawell entró en el consejo de Nvidia en 1997, cuando era vicepresidente ejecutivo de NetDynamics, una empresa de software de servidores de aplicaciones adquirida en 1998 por Sun Microsystems. Pasó al capital riesgo en el año 2000, primero como socio de Technology Crossover Ventures y más tarde de New Enterprise Associates. A lo largo de su dilatada carrera –25 años como ejecutivo operativo y casi otros tantos como inversor de capital riesgo– ha participado en doce ofertas públicas de venta de acciones, entre ellas Nvidia y la empresa de visualización de datos Tableau, así como en trece adquisiciones. Seawell es también un ávido ciclista que se ha tomado dos docenas de vacaciones en bicicleta por todo el mundo. Según él, «es una forma profunda de conocer un lugar o una región».
7. Jay Puri
Vicepresidente ejecutivo de Nvidia | Valor actual de las acciones de Nvidia: 500 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 150 millones de dólares
Puri, empleado de Nvidia desde hace muchos años, es ahora vicepresidente ejecutivo responsable de las operaciones de campo de la empresa en todo el mundo, incluida su estrategia de salida al mercado. Antes de incorporarse a Nvidia en 2005, pasó 22 años en Sun Microsystems, donde también trabajaron los cofundadores de Nvidia Priem y Malachowsky antes de marcharse para crear Nvidia.
8. Tim Teter
Consejero general de Nvidia | Valor actual de las acciones de Nvidia: 300 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: Ninguno
El consejero general de Nvidia se incorporó en 2017 y ya ha amasado acciones de Nvidia por valor de más de un cuarto de billón de dólares. Anteriormente, fue socio del bufete de abogados Cooley, donde trabajó en casos de patentes y tecnología de alto perfil representando a empresas como Qualcomm y Apple. Antes de estudiar Derecho en Stanford, trabajó como ingeniero en Lockheed Missiles and Space Company. Sólo ha dispuesto de acciones como donación o para cubrir los impuestos adeudados por la adquisición de unidades de acciones restringidas.
9. Debora Shoquist
Vicepresidenta ejecutiva de Nvidia | Valor actual de las acciones de Nvidia: 200 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 130 millones de dólares
Se incorporó a Nvidia en 2007 y ahora es vicepresidenta ejecutiva de Operaciones, lo que incluye supervisar la sede de Nvidia de 1,25 millones de pies cuadrados en Santa Clara. Shoquist ha vendido un mayor porcentaje de sus acciones en relación con sus participaciones actuales que cualquiera de los otros principales accionistas de Nvidia. Anteriormente trabajó en JDS Uniphase, Coherent y Quantum.
10. Mark Perry
Valor actual de las acciones de Nvidia: 200 millones de dólares | Efectivo estimado de la venta de acciones de NVDA: 40 millones de dólares
Miembro independiente del consejo de administración de Nvidia desde 2005, Perry ha desempeñado una amplia variedad de cargos en diversos sectores, como asesor jurídico, director financiero y vicepresidente ejecutivo de Operaciones en el gigante biotecnológico público Gilead Sciences. También trabajó en el bufete de abogados Cooley, fue brevemente empresario residente en Third Rock Ventures y consejero delegado de la empresa biofarmacéutica Aerovance. Actualmente es asesor de varias empresas y organizaciones sin ánimo de lucro.
