Por segundo año consecutivo, el magnate del lujo Bernard Arnault es la persona más rica del mundo, ocupando el primer puesto en la lista de multimillonarios de Forbes. Es 22.000 millones de dólares más rico que en 2023, gracias a otro año récord para su conglomerado de bienes de lujo, LVMH, que posee un imperio de 75 codiciadas marcas, entre ellas Louis Vuitton, Christian Dior y Sephora. El grupo anunció un beneficio neto de 16.500 millones de dólares sobre unos ingresos de 94.000 millones en 2023, lo que supuso una subida de sus acciones del 5% en el último año.
El magnate, de 75 años, tiene una fortuna estimada en 233.000 millones de dólares en la lista anual de Forbes, lo que le da una ventaja de 38.000 millones sobre su más cercano perseguidor, Elon Musk, que conservó el segundo puesto este año. La diferencia es mayor que el año pasado, cuando Musk le aventajaba en 31.000 millones de dólares. Mientras que las tribulaciones de alto perfil de Musk en 2023 mermaron su riqueza –sobre todo, cuando un juez de Delaware anuló su adjudicación de 2018 de opciones sobre acciones de Tesla en enero–, Arnault tuvo doce meses mucho mejores. En abril de 2023, LVMH se convirtió en la primera empresa europea en alcanzar una capitalización bursátil de 500.000 millones de dólares.
Este año es el 28º consecutivo en que Arnault aparece en la clasificación de multimillonarios del mundo de Forbes. Apareció por primera vez en 1997, con una fortuna estimada en 3.100 millones de dólares. Esa cifra, ajustada a la inflación, sería hoy de unos 6.000 millones de dólares, lo que significa que Arnault ha incrementado su patrimonio en más de 200.000 millones gracias al crecimiento de LVMH en las dos últimas décadas. Rápidamente escaló posiciones, situándose entre los veinte más ricos en 2005 (con un patrimonio de 17.000 millones de dólares) y convirtiéndose en el cuarto más rico del mundo en 2011 (con un patrimonio de 41.000 millones de dólares). Su fortuna dio un salto gigantesco en 2018, pasando de los 41.500 millones de dólares del año anterior a 72.000 millones, aunque siguió ocupando el cuarto puesto. En 2023, superó a Elon Musk y se convirtió por primera vez en la persona más rica del mundo en la lista anual de Forbes.
Aunque es conocida por sus costosas adquisiciones de minoristas de lujo como Tiffany & Co. y colaboraciones con estrellas de alto perfil como Rihanna y su Fenty Beauty, LVMH hizo menos negocios el año pasado. En noviembre, compró una participación mayoritaria en Château Minuty, el segundo mayor productor de vinos rosados de la región de Provenza, en el sur de Francia, y se hizo con el fabricante de gafas de lujo Barton Perreira, con sede en Los Ángeles. Un mes más tarde, vendió el 80% del operador de cruceros Starboard & Onboard Cruise Services a un grupo de inversores privados. No se han revelado los importes de las operaciones.
En un año más tranquilo, Arnault intentó consolidar su plan de sucesión, es decir, mantener el control familiar. En enero, propuso incorporar a sus hijos Alexandre y Frédéric al consejo de LVMH, donde se unirían a sus dos hijos mayores, Antoine y Delphine. Los accionistas votarán para aprobar o rechazar los nombramientos el 18 de abril. Este plan se basa en un movimiento anterior que hizo en 2022, cuando reorganizó su holding, Agache, para dar participaciones iguales a sus cinco hijos. El control de Agache por parte de los hijos –que posee la mayoría de las acciones de la familia en LVMH–, combinado con su presencia en el consejo de LVMH, garantiza que los Arnault mantendrán el control sobre el mayor imperio del lujo del mundo en los próximos años. Forbes atribuye el valor de todas las acciones de la familia en LVMH a Arnault y no a sus hijos, dado su control sobre la empresa.
Si todo va según lo previsto, los hijos de Arnault continuarán el legado de su padre. «Nuestro padre es muy competitivo. No le gusta perder», dijo a Forbes en 2019 Frédéric Arnault, el segundo más joven de sus hijos y consejero delegado de la división de relojes de LVMH. «Esto es algo que nos ha transmitido».