La economía de Singapur se ha reactivado —tras contraerse un 5,8% en 2020— y se espera que crezca entre un 6 y un 7% este año. El país es la cuarta nación más rica del planeta, atendiendo al poder adquisitivo per capita de sus habitantes.
El país asiático, considerado uno de los refugios más seguros en medio de una pandemia mundial, pretende suavizar las restricciones fronterizas a medida que aumentan las vacunaciones, pero sigue en alerta ante cualquier nuevo repunte de infecciones por el covid-19.
A pesar de las incertidumbres, el Straits Times Index ha incrementado un 26% las grandes fortunas: los 50 más ricos del país suman un patrimonio de 208.000 millones de dólares (175.920,3 millones de euros), frente a los 167.000 millones (141.243,7 millones de euros) registrados el año anterior.
‘Top 5’ de los más ricos de Singapur
Li Xiting, fundador y presidente de Shenzhen Mindray Bio-Medical Electronics, el mayor fabricante de equipos médicos de China, es el hombre más rico del país con una fortuna estimada por FORBES que asciende a 23.000 millones de dólares (19.451 millones de euros) y se sitúa en el puesto 82 de la lista global.
Las acciones de la compañía fundada por el empresario de origen chino que se estrena en la clasificación en 2020 crecieron un 19% el pasado año, lo que añadió a sus cuentas 5.200 millones de dólares (4.397 millones de euros), que le ha llevado a liderar el ranking de Los más ricos del mundo que anualmente presenta la versión estadounidense de FORBES.
36 de las 50 personas que aparecen en la lista han incrementado su patrimonio respecto a hace un año. Es el caso de Eduardo Saverin, cofundador de Facebook, que ha sumado 6.500 millones de dólares (5.497,4 millones de euros) a su patrimonio hasta alcanzar la segunda posición, tras una brecha de dos años. Así, su fortuna asciende a 20.500 millones (17.336,9 millones de euros).
En tercer puesto se encuentra Goh Cheng Liang. El magnate de las pinturas, que en 1962 firmó un acuerdo para ser el primer proveedor en Singapur de los productos de la japonesa Nippon Paint Holdings, el cuarto fabricante de pintura del mundo, amasó en 2021 una fortuna de 18.600 millones de dólares (unos 15.700 millones de euros) gracias a que su hijo, Goh Hup Jin, actual presidente de dicha firma nipona, orquestó este año un acuerdo por 12.000 millones de dólares (10.146,5 millones de euros) para convertirles a ambos en los accionistas mayoritarios de la empresa.
El matrimonio formado por Zhang Yong y Shu Ping, dueños del imperio de alimentación Hotpot, desciende hasta la cuarta posición desde la primera con 16.000 millones de dólares (13.526 millones de euros). Las acciones de la cadena de restaurantes descendieron casi un 17%, lo que hizo que el patrimonio de la pareja se redujera en 3.000 millones (2.535,7 millones de euros)
Los perfiles tecnológicos recortan posiciones
Una quinta parte de los miembros de la lista son magnates tecnológicos hechos a sí mismos. Tres de ellos, Forrest Li, Gang Ye y David Chen, confundadores de la empresa de juegos y comercio electrónico Sea, son los mayores ganadores este año en términos porcentuales y han más que duplicado su riqueza individual.
Hay 42 fortunas con un patrimonio de 1.000 millones de dólares (845,8 millones de euros) o más, frente a las 35 de hace un año, incluyendo a dos miembros que se estrenan, ambos con raíces chinas: Changpeng Zhao y Shi Xu. El primero, que vive en Singapur desde 2019, es un empresario chino-canadiense fundador del Exchange de compraventa Binance. El segundo es exprofesor universitario y se ha ganado un puesto en el ranking después de que NanoFilm Technologies International lo convirtiera en multimillonario.
También aparece por primera vez en esta lista el cofundador de Grab, Anthony Tan. El empresario estaba considerada una de las personas más ricas de Malasia, donde nació.
Por el contrario, han dejado la clasificación tres personas, incluido el magnate naviero Chang Yun Chung, que murió en septiembre de 2020 a los 102 años. Su empresa privada Pacific International Lines, que se vio afectada por los vientos en contra del covid-19, concluyó un plan de reestructuración de la deuda en marzo que diluyó la participación de la familia en una minoría.
‘La perla de Asia’
Rascacielos, jet privados y Rolls-Royce. Singapur pasó de ser una isla pobre, con muy pocos recursos naturales, a situarse como la cuarta nación más rica del mundo. Y sus calles la delantan.
Conocida como «La perla de Asia«, esta diminuta ciudad-estado con apenas 5,6 millones de habitantes, es uno de los mayores centros financieros del mundo, cuenta con un gran número de multimillonarios y es uno de los lugares más costoso para vivir.
Tras dejar atrás el dominio británico y lograr la independencia de Malasia en 1965, Singapur se convirtió en un estado autónomo liderado por Lee Kuan Yew: ocupó el cargo de primer ministro por más de 30 años y es el artífice del llamado «milagro económico». Medio siglo después de dejar de ser colonia y de lograr la independencia de Malasia en 1965, Singapur ofrece a sus habitantes una lujosa calidad de vida.
La isla es uno de los lugares favoritos para asentarse entre las familias más pudientes de la región. Se trata de un enclave donde el sol baña con frecuencia las playas e innumerables rascacielos delimitan el skyline; una imagen entre lo paradisíaco y futurista que se complementa con el glamour de sus restaurantes, resorts, casinos y boutiques.
Con la pandemia, y su consecuente restricción a los viajes, Singapur se ha empleado a fondo para ofrecer (aún) más experiencias de lujo a sus locales. Los hoteles de cinco estrellas han puesto a disposición de sus huéspedes muy diversas iniciativas de recreo, a la vez que cuentan con un amplio catálogo de habitaciones.
La isla cuenta con 41 restaurantes con estrellas Michelin, en los que los locales más caprichosos han podido deleitar su paladar, y los establecimientos han colgado el cartel de lleno durante los meses que no ha habido confinamiento. Grupos exclusivos de ocio, clubes de golf o vehículos premium. Los megarricos tampoco han escatimado en gastos a la hora de disfrutar de todos estos lujos.
Así, considerando cómo se ha comportado su economía en los últimos años, la estabilidad política y social que ofrece, su buena relación con las naciones de la región y el sinfín de ostentosas experiencias para atraer a los más pudientes, la tendencia debe mantenerse y más nombres vinculados a la ciudad-estado de Asia sumarse al listado de los más ricos del mundo.
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