La volatilidad del mercado es una característica inherente al mundo de las inversiones, influenciada por factores como cambios económicos, tensiones geopolíticas, o pandemias globales.
Esta impredecibilidad puede afectar significativamente el valor de nuestras inversiones, lo que hace esencial adoptar estrategias para proteger nuestro capital. Es por eso por lo que resulta importante explorar tácticas recomendadas por destacados bancos de inversión de Estados Unidos, para salvaguardar nuestras finanzas ante la volatilidad del mercado.
1. Diversificación: la primera línea de defensa
Una de las estrategias más efectivas y comúnmente recomendadas es la diversificación de la cartera. JP Morgan subraya que «la diversificación es clave para mitigar los riesgos específicos del mercado». Esta estrategia implica la inversión en una variedad de activos, sectores y geografías, para reducir el impacto de la volatilidad en una única inversión o sector.
La diversificación efectiva no se limita a la selección de diferentes acciones; también incluye la inversión en bonos, bienes raíces, fondos cotizados en bolsa (ETFs), y hasta criptoactivos. Goldman Sachs sostiene que «una cartera bien diversificada puede suavizar los retornos a lo largo del tiempo, ya que diferentes categorías de activos no se mueven al unísono».
2. Activos refugio: oro y bonos
En momentos de incertidumbre, ciertos activos han demostrado ser más resistentes, actuando como refugios seguros. El oro, por ejemplo, ha sido tradicionalmente visto como una cobertura contra la inflación y la volatilidad del mercado. Según Morgan Stanley, «el oro ha mantenido su valor a lo largo del tiempo, ofreciendo a los inversores un seguro durante períodos de turbulencia económica».
Por otro lado, los bonos del Tesoro de los Estados Unidos son considerados uno de los activos más seguros. Su respaldo por el gobierno del país norteamericano les confiere una solidez particularmente atractiva durante las turbulencias del mercado. Citigroup en un reciente informe afirma que «los bonos del Tesoro pueden ofrecer un refugio seguro, además de una renta fija, en tiempos de volatilidad».
3. Estrategias de inversión a largo plazo
La paciencia y una perspectiva a largo plazo son vitales durante los periodos de volatilidad. Warren Buffet, uno de los inversores más exitosos del mundo, frecuentemente enfatiza la importancia de mantener una visión a largo plazo.
Los bancos de inversión coinciden en que reaccionar precipitadamente a las fluctuaciones del mercado a corto plazo puede ser perjudicial para la salud de nuestras inversiones a largo plazo.
Vanguard sugiere a este respecto que «los inversores deberían resistir el impulso de hacer cambios significativos en sus carteras basados en condiciones de mercado a corto plazo». En su lugar, se recomienda centrarse en los objetivos de inversión a largo plazo, asegurándose de que la cartera esté alineada con estos objetivos y reajustándola según sea necesario, pero siempre con un enfoque en el horizonte de inversión previsto.
4. La importancia de la liquidez
Mantener una posición de liquidez adecuada es crucial para gestionar la volatilidad. Esto significa tener suficiente capital en formas fácilmente accesibles y convertibles en efectivo, como cuentas de ahorro o fondos del mercado monetario, para cubrir necesidades financieras sin necesidad de liquidar inversiones en un momento inoportuno.
Un informe de BlackRock señala que «tener una reserva de efectivo o inversiones líquidas puede proporcionar la flexibilidad necesaria para manejar los gastos sin perturbar la estrategia de inversión general».
Esta liquidez también puede ser aprovechada para comprar activos a precios deprimidos durante las caídas del mercado, lo que puede mejorar el potencial de retorno a largo plazo.
5. Uso de derivados como cobertura
Una estrategia avanzada para proteger las inversiones contra la volatilidad es el uso de instrumentos derivados, como opciones y futuros, para cubrir (hedge) las posiciones existentes.
Estos instrumentos pueden ayudar a los inversores a asegurar precios de venta o compra en el futuro, protegiéndose contra movimientos adversos del mercado. Sin embargo, es importante destacar que el uso de derivados implica riesgos y requiere un conocimiento avanzado de los mercados financieros.
«Los derivados pueden ser herramientas poderosas para la gestión de riesgos, pero también añaden complejidad y un nivel de riesgo adicional a las estrategias de inversión», advierte Charles Schwab. Por tanto, su uso debe ser considerado cuidadosamente y, preferentemente, bajo la guía de expertos financieros.
6. Mantener la calma y no sucumbir al pánico
La psicología juega un papel crucial en la inversión. En tiempos de volatilidad, es fácil dejarse llevar por el miedo y tomar decisiones precipitadas que pueden comprometer nuestros objetivos financieros a largo plazo.
Vanguard aconseja mantener la calma y recordar que la volatilidad es una parte natural del ciclo de los mercados financieros. «La historia de los mercados muestra que, tras los periodos de caídas, suelen seguir recuperaciones que pueden compensar las pérdidas anteriores».
7. Rebalanceo regular de la cartera
El rebalanceo es el proceso de realinear la ponderación de los activos en una cartera de inversión para mantener el nivel de riesgo deseado. Esto generalmente implica vender activos que se han apreciado y comprar aquellos que han disminuido en valor.
Tal y como comenta Bank of America, «el rebalanceo regular es crucial para mantener una estrategia de inversión coherente con los objetivos a largo plazo y la tolerancia al riesgo del inversor».
Esta práctica no solo ayuda a reducir el riesgo, sino que también puede fomentar la disciplina de «comprar bajo y vender alto», aprovechando las oportunidades que surgen con la volatilidad del mercado.