Las razones de esta otra demanda por parte de Nueva Pescanova giran en torno a su obligación de apoyar –desde el pasado diciembre 2015 y sin ningún tipo de coste añadido– a la ‘vieja’ Pescanova en todo lo que ésta considere necesario para su buena marcha tanto a nivel administrativo como fiscal y legal. Y por otro lado, apelan al derecho de aquella a disponer –también libre de costes– de una oficina de 60 metros cuadrados que sirven como domicilio social de la misma.
Otro motivo para respaldar la demanda presentada por la nueva compañía ante el Juzgado Mercantil de Pontevedra, se centra en la retención que, fundamentada en razones de ‘prudencia y eficacia operativa’, se ha hecho de 1,9 millones de euros como garantía para los acreedores concursales de Nueva Pescanova, que a todos los efectos permanecen en el balance de la vieja firma. El conflicto interno parece estar asegurado entre las dos firmas resultantes de la obligada reestructuración que tuvo el grupo hace unos meses.