Quizá, una de las claves del éxito de los grandes grupos empresariales españoles ha sido que en su estrategia de expandirse en el exterior no se han impuesto límites, ni fronteras. Sectores como el de las infraestructuras, la alta velocidad ferroviaria, gestión del transporte, producción y gestión de energía, tecnologías medioambientales, tecnologías de la información y de la comunicación, además del sector naval, aéreo y espacial, sin olvidar la automoción o las tecnologías para la salud, y la moda, el hábitat o la gestión del ciclo completo de agua, conocen de grandes proyectos internacionales realizados y ejecutados por España S.A.
Se encuentra en todos los sectores y en todas las licitaciones importantes del planeta. No es casual. El propio Foro de Davos situó a España como el 6º país del mundo en infraestructuras de transporte, seguido por Japón, y por delante de Estados Unidos, Francia y Alemania. A su experiencia, estas empresas unen el desarrollo de una tecnología propia, su elevada capacidad técnica e indiscutible capacidad de gestión, y una gran diversificación, con presencia en 85 países de los cinco continentes. Este es el motivo por el que el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, anima a las empresas a lanzarse a la internacionalización, con un consejo claro: cuidar al máximo la calidad, una característica que ha hecho a 500 empresas líderes en sus sectores a escala global.
Las carteras de pedidos están a rebosar. Solo en el área de ingeniería e infraestructuras los contratos en el extranjero superan los 75.000 millones de euros. Algunas de las obras son emblemáticas, y hasta históricas, como el AVE de La Meca-Medina –el mayor proyecto de infraestructuras del mundo árabe de los últimos tiempos–, los metros de Riad y de Lima, la mayor refinería del mundo (en Al-Zour, Kuwait obra de Técnicas Reunidas), la planta solar más grande levantada hasta ahora (construida por Acciona, Sener, TSK y Aries en Uarzazate, Marruecos) o la recién finalizada ampliación del Canal de Panamá, una de las obras de ingeniería más perdurables y simbólicas del planeta.
Construyendo el mundo
Todas estas adjudicaciones son el aval para que España se encuentre entre los 10 primeros países por la internacionalización de sus empresas. Por la importancia y magnitud de las obras, se puede afirmar que España contribuye a construir el mundo actual. Así, en el área de ferrocarriles, las importantes inversiones llevadas a cabo en los últimos 25 años para la mejora del sistema ferroviario español han convertido a España en referente mundial en el diseño, construcción, mantenimiento, señalización y gestión de nuevas líneas de alta velocidad. Además, la consolidación de consorcios entre empresas españolas para el desarrollo de la Alta Velocidad ha aportado grandes éxitos. Empresas como Renfe, Adif, CAF, Ineco, Talgo, Copasa o Indra, entre otras, se sitúan a la cabeza del sector a escala mundial. Con estas credenciales han conseguido la adjudicación de proyectos como la construcción de la línea La Meca-Jeddah-Medina, en Arabia Saudí (conocido como el ‘AVE del desierto’ o el ‘AVE de los peregrinos’). Doce empresas, todas ellas españolas, están en plena ‘faena’ de construcción: Renfe, Adif, Ineco, Indra, OHL, Consultrans, Copasa, Imathia, Cobra, Dimetronic, Inabensa y Talgo. La obra, adjudicada en 2011, supera los 6.700 millones de euros y consiste en la construcción, explotación y mantenimiento de la línea y de los trenes durante doce años.
En los últimos tiempos, el nombre de empresas españolas aparece en la mayoría de los proyectos de ferrocarriles y metros que se están construyendo en diferentes partes del mundo. Todas estas empresas tienen entre los objetivos de sus respectivos planes estratégicos la expansión internacional. Pero, también, la diversificación porque las construcciones actuales exigen conocimientos en múltiples áreas.
De esta forma, en metro y metro ligero destacan la capacidad de FCC, Indra y Sener para la construcción del metro de Riad, con un coste de 6.000 millones de euros. Otro suburbano, el de Lima (Perú), será construido por el consorcio liderado por ACS y FCC, y su presupuesto ronda los 3.900 millones de euros. Por su parte, OHL y FCC lideran el consorcio que construye el metro de Doha por más de 1.600 millones, y en las obras del metro de Nueva York (Estados Unidos), participa ACS, FCC en el de Panamá.
Hay más obras: el metro de Miami (OHL y CAF), el tranvía de Orán (GCP, Global Consortium Pacific, España), o el metro de México (CAF). Y también el metro ligero de Toronto, el crossrail de Londres, el tren ligero de Sidney, el primer tren de Alta Velocidad de California, que es el proyecto de infraestructuras más ambicioso de Estados Unidos, o la mayor refinería de Oriente Próximo… No menos importante es el proyecto Marmaray, en Turquía. Se trata de la primera conexión subterránea entre continentes. El proyecto consiste en construir un túnel ferroviario y de vehículos bajo el mar. Entre las empresas implicadas se encuentra OHL, del grupo Villar Mir, que lidera un consorcio en el que también participa la española Dimetron.
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