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Esta es la historia detrás de la cadena de las pizzerías Domino’s

Foto: © Ralf-Finn Hestoft (CORBIS/Corbis via Getty Images)
Foto: © Ralf-Finn Hestoft (CORBIS/Corbis via Getty Images)

Domino’s Pizza es una de las cadenas más famosas de pizza a nivel mundial. La empresa emplea a más de 290.000 personas en 73 países (si se incluyen las franquicias) y está presente en 5.700 ciudades de todo el mundo.

Según el portal Celebrity Net Worth, el capital actual de Domino’s es de 14.500 millones de dólares y sus ingresos anuales rondan los 4.000 millones.

Inicios

Pero, ¿cómo empezó todo? Hay que remontarse a 1960, año en el que los hermanos Monaghan (Tom y James) compraron una pizzería en Michigan llamada DomiNincks’s.

Tom y James no tuvieron un comienzo fácil en la vida. Su padre murió cuando ambos eran muy jóvenes y pasaron por casas de acogida y orfanatos porque su madre no podía mantenerlos.

Tom Monaghan sirvió en el cuerpo de marines entre 1956 y 1959. Tras dejarlo, se trasladó a Ann Arbor, Michigan, donde comenzó a estudiar arquitectura.

Fue en ese momento cuando adquirió junto a James una pequeña pizzería llamada DomiNick’s en Ypsilanti, Michigan, cerca del campus de la Eastern Michigan University.

En 1965, Tom Monaghan compró otras dos pizzerías en el mismo condado. Por aquel entonces, el propietario original de DomiNick pidió a Tom que dejara de utilizar su nombre en las nuevas tiendas.

A partir de ese momento, DomiNick’s se convirtió en Domino’s. Ese mismo año la empresa pasó a llamarse Domino’s Pizza, Inc.

Expansión

La verdadera innovación de Domino’s fue su apuesta por el reparto a domicilio. Aunque hoy pueda parecer obvio, la entrega de pizzas puerta por puerta no estaba popularizada en los años 60.

Tom desarrolló una innovadora caja de entrega de pizzas que permitía entregar más pizzas a la vez. Una técnica que le valió la expansión por más campus universitarios de la zona.

Diez años después del primer local, Domino’s Pizza contaba con 200 tiendas. En 1983, la empresa se expandió fuera de Estados Unidos con la apertura de un local en Winnipeg (Canadá). Dos años más tarde, en 1985, aterrizó en Japón, con un local en Tokio.

A principios de los años 90, la empresa se trasladó a Haití, la República Dominicana y toda la India. En 1995, 35 años después de su nacimiento, había 1.000 locales de Domino’s en todo el mundo. Dos años más tarde había 1.500.

En 2012, la empresa acortó su nombre a Domino’s. En 2014, la empresa no solo se expandió al país de nacimiento de la pizza, con un local en Milán (Italia), sino que también superó las 6.000 pizzerías en todo el globo.

Durante la mayor parte de esta expansión, Tom Monaghan dirigió Domino’s por su cuenta, como empresa privada. En 1998, Tom vendió el 93% de Domino’s Pizza a la empresa de capital privado Bain Capital por 1.000 millones de dólares. En 2004, Domino’s empezó a cotizar en la Bolsa de Nueva York con el símbolo “DPZ”.

¿Qué pasó con James Monaghan?

Hay que volver al principio de la historia. En 1961, Kames le ofreció a su hermano venderle el 50% de su participación en DomiNick’s.

A cambio, pidió ser compensado con el mayor activo de la empresa que no fuera la pizza: un coche usado. En concreto, un VW Bug de 1959 que la empresa había estado utilizando para repartir pizzas.

Trabajó como guardia de seguridad en los años 70 y luego como electricista en los 80 y 90 para un distrito escolar local. Murió en octubre de 2020.

Tom Monaghan, una vida de excesos

Fue dueño de los Tigres de Detroit desde 1983 hasta 1992. Compró el equipo por 53 millones de dólares, unos 140 millones de dólares en la actualidad. Vendió el equipo por 85 millones de dólares en 1992, irónicamente a otro magnate de la pizza: el fundador de Little Caesars Pizza, Mike Ilitch.

Construyó un complejo turístico privado en una isla de Michigan que contaba con varios edificios diseñados en un estilo que rendía homenaje al arquitecto Frank Lloyd Wright. También contó con una extensa colección de coches de lujo, un jet privado y un yate.

Y entonces Tom cambió su vida.

Filantropía

Tom decidió poner la empresa en venta y cambiar radicalmente su vida después de leer un libro llamado “Mero Cristianismo” de C.S. Lewis.

La sección del libro que hizo que Tom cambiara su forma de vida fue el capítulo sobre el orgullo, que inspiró a Tom a renunciar a muchos de los bienes materiales que poseía. Pronto se convirtió en uno de los mayores filántropos de Estados Unidos.

En su punto álgido, el patrimonio neto de Tom rondaba los 1.000 millones de dólares. Se ha comprometido a donar toda su fortuna.

Católico devoto, ha utilizado su riqueza para fundar varios colegios católicos. En 1998 fundó el Ave Maria College en Ypsilanti, Michigan, y la Ave Maria University cerca de Naples, Florida.

En 2001 fundó Ave Maria Mutual Funds, una empresa de inversión que se centra en inversiones católicas y de labores humanitarias.

Hasta la fecha ha donado más de 500 millones de dólares a diversas organizaciones benéficas.

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