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Netflix y su incesante expansión

Muchos expertos se han preguntado en voz alta si esta empresa tecnológica puede replicar el éxito que ha tenido en su casa, en medio de la regulación y la competencia de los gobiernos locales. En un mercado unificado como el europeo, el territorio ha sido propicio para otras empresas estadounidenses como Amazon o Google. Pero a medida que su poder crece, los políticos y rivales en el negocio europeo aumentan su defensa con impuestos y competencia.

El problema más básico (y quizá el más fácil de resolver) de Netflix era determinar los gustos internacionales, algo a lo que se tiene que enfrentar toda empresa que se expande en el extranjero. Una vez resuelto este asunto, Netflix ha tenido que garantizar los derechos de adquisición de esos contenidos. Algo que complica el panorama. Estamos hablando de entrar en un mercado con competidores importantes, incluyendo caras conocidas como Amazon, que ya ha forjado acuerdos de licencia para los títulos de cine y televisión más importantes. En España, por ejemplo, los dos grandes buques de la plataforma (House of Cards y Orange is the new black) no formarán parte del catálogo de contenido, ya que los derechos los tiene Canal+. En otras palabras, los potenciales clientes de Netflix ya conocían y consumían el contenido de Netflix sin necesidad de que existiera esta plataforma. El resultado es un catálogo mucho más limitado que el de Estados Unidos, algo que llevará años igualar.

Otro de los mayores obstáculos han sido los inconvenientes reglamentarios. Por ejemplo, en Francia Netflix no podía ofrecer una película online hasta mucho después de que la película se estrenara en los cines. En España, por otro lado, ha firmado un acuerdo con Vodafone, que será el primer operador de España en incluirlo dentro de su servicio, Vodafone TV. Además, la firma ha hecho público que su tarifa más económica en España irá en sintonía con la de los países en las que ya puede sintonizarse, es decir, los 8 euros al mes.

La última decisión de Reed Hasting (CEO de Netflix) ha sido dar prioridad a sus producciones originales. Para adaptarse a esta nueva unidad de contenido, Netflix ha alquilado en Hollywood 18.580,61 metros cuadrados, ampliables a 11.148 metros cuadrados. Además, quiere ofrecer también posibilidad de consumir globalmente películas y series hechas en otros lugares.

De momento, tiene casi 70 millones de suscriptores que pueden ver House of Cards en el móvil y este año estrenó programas en calidad 4K (el doble de la mayor alta definición disponible hasta ahora). Además dice que va a operar en 200 países a finales de 2016, y su objetivo es ser rentable a nivel mundial a partir de 2017. Pero mientras tanto, tendrá que hacer frente al costo de la compra de los derechos para ejecutar programas de televisión y películas, así como para comercializar su servicio frente a los competidores: Waki Tv, Nubeox, MoviStar Plus, Yomvi, Filmin o Total Channel (en España).

Breve cronología…

En 1996 el DVD ya es una amenaza para el VHS y Reed Hastings, actual director ejecutivo de Netflix, y Marc Randolph, predecesor en el cargo, deciden crear la compañía en 1997 en el californiano Silicon Valley.

Al principio se trataba de un servicio de videoclub a domicilio gestionado a través de una página web ( el DVD cabía en un sobre, lo cual era perfecto para el envío por correo).

En 1999 introducen la tarifa de suscripción con acceso ilimitado al alquiler de DVD y un año más tarde pusieron en marcha el sistema de recomendaciones de contenidos, algo que sigue siendo de gran utilidad.

En el 2002 (con 600.000 usuarios) Netflix sale a bolsa y Randolph abandona la compañía.

En el 2007 Hastings pone en marcha la distribución de películas en “streaming”, algo que empezó despacio y con un catálogo limitado.

En 2010 Netflix llega a Apple y en 2011 empieza su expansión internacional por Canadá (ya contaba con 24,6 millones de usuarios, un 64 % más que en 2010).

Después de una maniobras fallidas (separar los servicios de streaming y DVD mediante distintas tarifas), en 2011 Hastings se preparaba para la producción de contenidos propios y en febrero de 2013 debutó “House of Cards”, la primera serie original de Netflix.