Lo ideal es actualizarlo cada vez que cumples con una tarea o puesto laboral, reformando las experiencias anteriores y apartándolas del folio si no se encuentran a la altura de tu experiencia actual.

Puede que tengamos demasiado bagaje profesional a nuestra espalda, pero ojo, no todo debe de entrar en tu presentación. Un folio demasiado cargado bloquea la información realmente importante que intentas plasmar y que puede impactar realmente.

Así, ilustrar tu currículo con logos corporativos y una breve definición será tu mejor aliado, ¿en cuánto espacio? En esta parte existe disparidad de opiniones. Lo recomendado es que para recién graduados, o profesionales con experiencia inferior a 5 años, el portafolio no exceda la página de extensión. Que la información se vea en un solo golpe de mirada es importante para los profesionales novatos o poco curtidos. Sin embargo, para los trabajadores que han recorrido una experiencia amplia y superior a este periodo de tiempo, puede existir la opción de un segundo folio. Desarrollar las funciones y las capacidades adquiridas tras tantos años en tu carta de presentación es primordial, pero procura que no caigan en procesos de selección múltiples que pueden desecharlo con facilidad. Si no tienes remedio, obvia los dos folios e intenta sintetizar tu pericia laboral en una sola página.