Ya está firmado. El divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea ha llegado este 1 de febrero, tras casi cuatro años de negociaciones. Pero es que nadie dijo que las rupturas fueran fáciles (ni rápidas).
Aquel 23 de junio de 2016 los británicos acudieron a las urnas para decidir el futuro de su país: el 51,9% votó a favor de la salida de la Unión Europea. El Viejo Continente no sabía como afrontar el periodo de transición –y vaivenes– que empezaba, y Reino Unido tampoco.
Tres años y medio después, el país ha abandonado oficialmente la Unión Europea y ya existen estimaciones de lo que este proceso le ha costado.
Factura millonaria
La incertidumbre producida por el brexit ha pasado factura. La salida de Reino Unido de la UE ha provocado una inestabilidad política que se ha traducido en unas pérdidas económicas para el país de 130.000 millones de libras (155.000 millones de euros), según las estimaciones de Bloomberg, pero la publicación espera que la cifra siga aumentando.
“A medida que Reino Unido se va adaptando a su nueva relación comercial con la UE y se enfrenta al desafío de la productividad que ha obstaculizado el crecimiento desde la crisis financiera, es probable que el coste anual del brexit siga aumentando”, explica el economista Dan Hanson a la publicación.
Tanto es así que considera que a final de este año el coste se ampliará en 70.000 millones (83.000 millones de euros), hasta los 200.000 millones (238.000 millones de euros), una cifra que casi eclipsa la cantidad total –215.000 millones de libras (255.000 millones de euros)– que el Reino Unido ha pagado al presupuesto de la UE en los últimos 47 años.
Desvinculación con el G-7
Diferentes son los factores que han influido en el aumento de los costes del brexit, según Hanson. Uno de los más destacables es que la incertidumbre de los negocios había causado que el crecimiento económico del Reino Unido se retrasara con respecto a otros países del G7, lo que habría provocado que la economía británica sea un 3% más pequeña que si no se hubiera producido el brexit.
Además, desde que el exprimer ministro David Cameron preguntó a los británicos si continuaban o no en la Unión Europea, la inversión empresarial se ha frenado y el crecimiento económico anualizado se ha reducido a la mitad, del 2% al 1%.
No obstante, el debate no está cerrado. Aunque a finales de 2019 el actual primer ministro británico, Boris Johnson, frenó un brexit sin acuerdo con la UE, todavía se tienen que sentar ambas partes a cerrar los pactos comerciales. Un hecho que puede provocar un nuevo incremento de la cifra estimada.
Fuera de la UE, no de Europa
Hugh Elliott, el embajador de Reino en España, participó en el encuentro Forbes Politics celebrado el pasado mes de octubre. La jornada giró en torno al brexit y su futuro. En este sentido, Elliott recordaba que hubo un referéndum acordado por todos los partidos políticos en el que votaron 17,4 millones de personas, una cifra récord en la historia del Reino Unido.
Sin embargo, para Elliott el problema era que “se decidió salir, pero no se decidió cómo” y a esto hay que sumar el hecho de ser la “primera vez que un país intenta salir de la Unión Europea”, por lo que prudentemente afirmó que “se hace camino al andar”.
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