1. Estas desempleado
Has trabajado durante varios años en varias empresas pero, en este momento, no tienes ningún contrato. Tienes tiempo para seguir formándote y dedicarlo a hacer algo que te motiva y con lo que puedes conseguir beneficios.

2. Tienes una buena idea
Siempre has tenido en mentes proyectos que crees que podrían triunfar en el mercado pero, es ahora, cuando realmente confías en él. Tienes seguridad en tu idea y crees que puede tener éxito si se convierte en una realidad empresarial.

3. Confías en tus habilidades
Eres una persona que intenta aprender cada día y aumentar sus conocimientos. Crees que, en este momento, tienes las capacidades suficientes como para poner en marcha tu nuevo negocio. Cuentas con una base sólida gracias a tus anteriores experiencias.

4. Eres capaz de liderar
Tienes decisión en tus actos, sabes organizar a un equipo y muestras compromiso. Son cualidades que se adquieren con el tiempo y con años de trabajo. Has llegado al punto de convertirte en la pieza fundamental del puzzle. Tienes la autoridad y la confianza para hacerlo.

5. Has conocido a expertos del sector
Una buen truco para saber si es ahora cuando tienes que iniciar tu carrera como emprendedor es fijarte en los contactos que tienes. Es importante que cuentes con el apoyo de expertos a los que puedas recurrir en los momentos más difíciles. Además, te abrirás más puertas si te relacionas con gente de sector. Será más fácil dar a conocer a la empresa.

6. Te presentan oportunidades
Hay veces en las que todo parece estar dormido y otras en las que, sin saber por qué, comienzan a llegarte nuevas posibilidades de crecimiento. Durante este tiempo se han cruzado en tu camino varias oportunidades para lanzar tu negocio. Aprende a aprovechar el momento y dejarte llevar por la intuición.

7. Tienes ganas de trabajar
Eres una persona luchadora que no se conforma con lo que tiene. Buscas formar un negocio que cree en ti la ilusión necesaria para disfrutar trabajando. Tienes grandes aspiraciones y quieres conseguirlas con tu esfuerzo diario, empezando desde cero. No te importa ocupar en parte de tu día en sacar adelante tu negocio.

8. Tu economía te lo permite
Estás en un momento con una buena estabilidad económica. Has sabido ahorrar durante tus años de trabajo y ahora cuentas con un capital que te permite invertir en tu negocio. Piensa que, al principio, los beneficios tardarán en llegar. Por ello es importante que cuentes con dinero suficiente para afrontar estos gastos iniciales.

9. La situación personal es buena
Tanto tu familia como tus amigos apoyan tu decisión y te animan a emprender. Tener un equilibrio personal te facilitará el camino en el terreno profesional. Aunque no lo creas, si triunfas en casa y tienes una vida feliz, tu empresa se hará eco de esta estabilidad y será más fácil conseguir tus metas.