1. Ten claro qué vas a decir
Prepárate antes. Investiga cómo es la persona con la que vas a negociar, cuál es el modelo de empresa que lleva a cabo y cuales son sus interés. Cuantos más datos tengas para argumentar tus propuestas, más puntos tendrás en los que apoyarte.
2. Lleva la iniciativa
Marca tu terreno antes de que se te adelanten. Es cuestión de ser tú quien ponga los temas sobre la mesa y vaya dirigiendo la conversación. De esta forma, la negociación girará en torno a tus intereses y será más fácil que el trato final te favorezca.
3. Habla con contundencia
El empresario que tienes enfrente no tiene que notar si estas nervioso, agobiado o, incluso, dudoso. Tienes que hacer que tu comunicación no verbal tenga fuerza y tus palabras sean claras y directas. Crearás una sensación de inferioridad a la otra persona al tener tan claro el objetivo de tu negociación.
4. Muestra carisma de líder
Un buen líder no es una persona que lleva traje y toma decisiones. Es mucho más que todo eso. Desde un primer momento, tienes que mostrarte como una persona capacitada para llevar a cabo ese tipo de negociaciones y con experiencia suficiente como para salir airoso de ella.
5. Potencia los logros de tu empresa
Presenta a tu empresa como una compañía con un equipo consolidado, comprometido con su trabajo y con un alto rendimiento. No se trata de adornar la realidad sino de ejemplificar cada meta alcanzada. Es decir, lleva documentación que puedas hacer pública y deja constancia del éxito de la empresa. La negociación estará a tus pies.