Llamamos Generación Z o post-millennial  a los nacidos entre 1995 y 2010, es decir, aquellas generación que a día de hoy se encuentran entre los 23 y los 8 años. Los más veteranos del rango de edad que abarca la Generación Z se están convirtiendo en los más jóvenes del mercado laboral, pero ¿tenemos en cuenta las características de la generación post-millennial a la hora de buscar y ofrecer trabajo?

Tanto empresarios como reclutadores de compañías deben conocer cuáles son las particularidades de estos jóvenes nuevos en el mercado laboral y qué es lo que ellos esperan de un puesto de trabajo, aunque sea en términos generales.

Estas son las cinco características que no deben faltar en el empleo ideal de la Generación Z:

  • Tecnología: La principal característica de la Generación Z es que son la primera generación de nativos digitales, es decir, han nacido con la tecnología y por ellos les resulta más fácil de utilizar que a cualquier otra generación. Por ello, es muy difícil que un post-millennial conciba un trabajo sin tecnología, internet, experiencias virtuales… Se podría decir que son auténticos profesionales digitales por su agilidad y soltura.
  • Interacción: Son interdisciplinares, profesionales del networking y tienen una capacidad de trabajo en equipo superior a la de las demás generaciones. Por ello, los post-millennial se desenvolverán mejor en un trabajo interactivo.
  • Valores: La Generación Z da mucha importancia a la comodidad dentro de la empresa: sentirse parte del proyecto, compartir los valores de la empresa y de los directos puede ser determinante para elegir un trabajo u otro. En muchas ocasiones, los post-millennial ponen por delate los valores que la compañía transmita a la propia remuneración.
  • Innovación: La Generación Z es dinámica, participativa, interactiva y abierta a innovar en cuanto al trabajo. Salir de la zona de confort en cuanto a su manera de trabajar y reinventarse no supone un problema para los post-millennials.
  • Responsabilidad social: Son una generación con grandes valores sociales como la defensa de Derechos Humanos, la responsabilidad medioambiental o el bienestar social, por lo que siempre intentarán que sus actividades laborales no repercutan de manera negativa ni en el entorno físico ni humano.