Urbas registró un beneficio neto de 19 millones de euros en 2023, lo que supone un incremento del 15% respecto a las ganancias de 16,6 millones de euros registradas en 2022, según ha informado este viernes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La empresa ha destacado que la mejora del resultado está enmarcada en la ejecución del nuevo plan estratégico de Urbas, focalizado en el «impulso y consolidación» de la actividad internacional en sectores como el agua, el gas, las energías renovables y las infraestructuras sostenibles, con mayor impulso de la obra civil.
La cifra de negocio de Urbas se redujo en 2023 un 20%, sitúandose en 240 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 1,5%, con 26,4 millones de euros, mejorando el margen Ebitda, hasta situarse en un 11% sobre los ingresos.
Urbas ha explicado que una vez completado el proceso de reestructuración, las previsiones para próximos ejercicios apuntan a crecimientos «sostenibles» de la facturación respaldados por el aumento de los proyectos internacionales, tanto en el área de infraestructuras y edificación como en la de energías renovables.
En este sentido, la facturación internacional, de 75 millones de euros, supuso en 2023 más de un 30% del total de la cifra de negocio, con la previsión de que en 2028 llegue a representar más del 50% del total.
Por su parte, el valor total del activo del balance de Urbas se mantuvo estable, en cerca de 1.200 millones de euros, al tiempo que el patrimonio neto creció hasta situarse en 620 millones de euros y el fondo de maniobra o ‘working capital’ también lo hizo, hasta los 515 millones de euros, «reconfirmando así la estabilidad de la compañía y su solvencia financiera».
Tras la cancelación desde el inicio de 2021 de deuda financiera por más de 220 millones de euros, Urbas ha subrayado que viene desarrollando un proceso «activo de reestructuración y refinanciación de su pasivo, cancelación de deuda y diversificación de vías de financiación».
Así, la compañía ha reducido su nivel de endeudamiento financiero neto en más de un 8%, desde los 220 millones apuntados en 2022 hasta 202 millones de euros en 2023, y todo ello a pesar de asumir la deuda de las compañías adquiridas en el periodo (Naisa y su cantera de mármol en Murcia, la sucursal boliviana de la ingeniería suiza-alemana Molinari Rail, y las residencias de mayores de Madrid y Burgos).