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El 501 y otros 8 productos que nunca han tenido que cambiar para seguir triunfando

Las modas vienen y van, pero estos productos han perdurado décadas (y en algún caso siglos) sin modificaciones. Y, a juzgar por sus cuentas de resultados, parece que el público lo agradece.

El dicho: “Renovarse o morir” no va con ellas. Mientras la inmensa mayoría de marcas longevas ha ido adaptando su imagen, e incluso sus características técnicas, al gusto de los tiempos, estas firmas, por el contrario, han sabido ver que lo que los consumidores esperaban de ellas era justo lo contrario: que no cambiasen nunca. Y si alguna ha acometido alguna modificación, es tan nimia que no salta realmente a la vista. Centenarios inventos revolucionarios que nadie ha superado y productos que tienen en su aire tradicional su mayor baza se mantienen entre los más vendidos en sus respectivas categorías.

BIC Cristal

El bolígrafo favorito de los estudiantes en los exámenes (si no sabes por qué, está claro que no has aprovechado las posibilidades de su carcasa transparente) empezó a fabricarse en Francia en 1950 y su funcional diseño industrial (que le ha valido formar parte de la colección permanente del MoMA de Nueva York) se mantiene prácticamente intacto hasta hoy. Las pequeñas variaciones, como la bola más resistente que se incluyó en 1961 o el agujerito en el tapón, para evitar asfixias si alguien se lo traga, incorporado en 1991, son apenas perceptibles por los usuarios, que siguen eligiéndolo para sus tareas cotidianas. En 2004 se superó la cifra de cien mil millones de unidades despachadas. En 2022, último ejercicio completo registrado, las ventas de Societé BIC aumentaron un 13,8%, lo que se tradujo en unos beneficios de 208 millones de euros.

NIVEA Creme

De la icónica lata azul, que se lanzó en 1925, poco se ha alterado en casi un siglo, aparte de la lógica evolución del logo de esta firma alemana. Tiene un fuerte componente nostálgico: a más de una generación, este envase y su níveo contenido (de ahí el nombre) le transporta a alegres veranos en la playa, e incluso al olor que desprendían sus madres al salir de la ducha (no era común antaño que los hombres se hidratasen la piel). Su pelota hinchable a juego no es menos reconocible. Beiesdorf, la compañía que la produce, facturó en 2022 8.788 millones de euros y obtuvo un beneficio de 771 millones (un 17,8% más que el año anterior). En México, NIVEA Creme hace furor: copa un 80% de cuota de mercado.

Mechero Zippo

Podrá tener múltiples diseños y personalizaciones, pero sus hechuras y su concepto no han cambiado desde 1936, cuando se inventó: recubierto de latón, con una tapa que se levanta con bisagras, recoge en su interior la mecha, la rueda del pedernal, cinco bolas de rayón (que están en contacto con la mecha) y un trozo de fieltro. Su sistema, y su famosa garantía de por vida, siguen seduciendo a muchos fumadores que gustan de dar un toque american way of life a su malsano vicio. Más de 500 millones de unidades se habían vendido hasta 2012. En 2022, Zippo Manufacturing Company, con sede en Bradford (Pensilvania, EE UU), estableció su récord de ingresos anuales al alcanzar los 390 millones de dólares.

Pastillas Juanola

Hoy podemos echarnos a la boca caramelos de sabores cósmicos, chuches fluorescentes, bebidas energéticas chispeantes…, pero que nadie nos toque (ni nos cambie) estas pastillas que el farmacéutico Manuel Juanola Reixach empezó a elaborar y vender en su botica del barrio de Gràcia de Barcelona allá por 1906. Reza la web oficial de la marca que su formulación “ha permanecido inalterada hasta nuestros días: extracto de regaliz, mentol, eucalipto, fécula de maíz y otros aceites esenciales”. En la actualidad las fabrica el laboratorio Angelini Pharma, que cerró 2022 con un beneficio de 18,9 millones de euros.

Chanel Nº5

Cada año una avalancha de nuevos perfumes, o versiones renovadas de otros más añejos, inundan las estanterías de tiendas especializadas, centros comerciales y bloques publicitarios de televisión. Solo unos pocos pasan a la historia. Mientras tanto, el atemporal Nº5 de Chanel pervive como símbolo de elegancia y sutil sensualidad. Creado en 1921 por Ernest Beaux, en 1924 pasó a embotellarse en el frasco biselado que nos resulta familiar; prácticamente lo único que ha cambiado desde entonces (ojo, cien años) es el tapón, que en los setenta aumentó su tamaño. La emblemática etiqueta es conocida de aquí a Pekín: rectangular, sobria, con el nombre de la fragancia, la palabra “parfum” y su origen, “París”. Diez millones de botellitas se venden cada año.

Fender Stratocaster

Para los amantes del rock, cualquier tiempo pasado fue mejor, lo que explica que esta guitarra eléctrica, que data de 1954, continúe acaparando las preferencias de profesionales y aficionados. Evidentemente, bajo la marca Fender se han comercializado otras guitarras, antes (la también apreciada Telecaster) y después, pero el modelo estándar de la Stratocaster, que ha pasado por las manos de Jimi Hendrix, Eric Clapton o David Gilmour (Pink Floyd), sigue despertando suspiros y envidias. Vamos, que quien tiene una Strato, tiene un tesoro. En 2017, la Fender Stratocaster fue la guitarra eléctrica más vendida en Estados Unidos, con alrededor de 38.260 unidades.

Stella Artois

A lo largo de su extensa andadura esta cerveza belga no ha cambiado ni siquiera su logo, el cual pasa por ser el más antiguo del mundo de los todavía vigentes. Dato tan llamativo como difícil de contrastar, pues fue ¡en 1366! cuando el brebaje empezó a producirse en la ciudad de Lieven. ¿Existían ya en el siglo XIV registros de logotipos? ¿Cómo se estampaban en las botellas? Lo cierto es que desde que se tiene constancia, no ha visto alterado su diseño, como tampoco la fórmula de la cerveza, más allá de la incorporación de nuevas técnicas de elaboración. Muy popular en Reino Unido y América Latina, facturó en 2022 57.800 millones de dólares, lo que dejó un Ebitda de casi 20.000 millones.

Levi’s 501

Ciertamente, los 501 de la era moderna no se parecen mucho a los que patentaron Levi Strauss y el sastre Jacob Davis (el Co. de “Levi & Co.”) en 1872. Su gran innovación, aparte de la resistencia del tejido, era el sistema que permitía que se adaptaran a todo tipo de contornos de cintura. En la primera mitad del siglo XX se añadieron la etiqueta roja y el parche de cuero con el dibujo de dos caballos que aparece cosido en el costado derecho. Pero desde entonces, el vaquero por excelencia no ha tenido que acometer cambio alguno, y si lo ha hecho (como las versiones con cremallera, para mujer o de corte pitillo) el fabricante le ha puesto otro nombre (por ejemplo, con cremallera es el modelo 501Z). Como no es ni excesivamente ancho, ni demasiado estrecho, soporta bien los vaivenes de las tendencias. Las ventas del 501 crecieron un 30% en 2022.

Sacacorchos Búho

No todo el mundo posee la soltura de un sumiller a la hora de descorchar una botella de vino. Por eso el modelo Búho de la firma BOJ (desde 2019, BOJ Global), fabricado en Éibar (Guipúzcoa) y patentado en 1932, está presente en tantos hogares, de España y del planeta. Basta girarlo para que su extremo penetre en el corcho y luego plegar las “alas” del “búho” para hacer palanca y destapar cualquier botella de forma rápida, sencilla, indolora y minimizando el riesgo de que el corcho se rompa y acabe nadando en el caldo, hecho sumamente desagradable. Fabricado en acero y zamac, se exhibe en museos como los MoMA de Nueva York y de Tokio y la Cité du Vin de Burdeos (Francia). BOJ Global espera facturar 55 millones de euros en 2024.

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