Existe una tendencia innata por la cual nos centramos en las cosas que están mal para así mejorarlas y llevar a nuestras habilidades a un nivel superior. Esto es algo que nos han enseñado desde bien pequeños, pero que sea algo que lleve circulando una gran cantidad de años, no significa que sea lo correcto o lo que hayamos de hacer por norma. Esto es una gran pérdida de tiempo. En lugar de centrarte en tus debilidades, por en el foco en aumentar tus fortalezas hasta hacerlas completamente propias y convertirlas en súper poderes.

Lo sé, suena muy exagerado, pero es algo realizable. Tu productividad y tu energía tendrán un impacto astronómico si las proyectas de la forma adecuada, puedes convertirte en el líder de tu campo. Como siempre, en Forbes te dejamos algunos consejos para mejorar tus fortalezas:

Descubre qué es lo que te da energía

El primer paso es tener completamente claro en qué destacas, que es lo que te hace mejor, o en qué eres mejor. Seguramente tengas un sentido innato de tus fuerzas, pero hay otras formas de saber qué es lo que te hace especial, por ejemplo cuando realizas tareas que fluyen de forma natural.

Márcate una meta

Una vez tengas claras cuáles son tus fortalezas, es el momento de saber hasta dónde quieres llegar, hasta dónde quieres crecer y desarrollarte, y hasta donde quieres llevar estas fortalezas. Puede que quieras empezar tu propia compañía, enseñar a los demás acerca de un nuevo modo de pensar, lo que sea.

Pon a prueba a tu mente

Cuando ya tienes claros los dos puntos anteriores, es el momento de poner a prueba tus fortalezas o simplemente tu mente. Reúne a una serie de personas, de tu confianza o no, pero personas que sepas que van a ser honestas contigo. Expone tu idea con rotundidad y aprende de la respuesta que recibas por parte del público.

Otra de esas enseñanzas innatas es: querer es poder. En mi opinión es mucho más acertada que la anterior, así que no te dejes llevar por la corriente y no intentes mejorar tus defectos y céntrate en tus fortalezas.