El banco holandés ABN Amro cerró el primer semestre de 2023 con un beneficio neto atribuido de 1.393 millones de euros, lo que supone mejorar en un 81% el resultado contabilizado por la entidad en los seis primeros meses del año pasado, según ha informado este miércoles la entidad financiera.
Los ingresos entre enero y junio fueron de 4.366 millones, un 14,4% más, incluyendo un crecimiento del 25,5% de los ingresos por intereses netos, hasta 3.242 millones, mientras que los originados por comisiones y tasas alcanzaron los 889 millones, un 0,7% menos.
Entre abril y junio, el beneficio neto atribuido de ABN alcanzó los 870 millones de euros, un 83% más que un año antes, mientras que la cifra de negocio de la entidad sumó 2.223 millones, un 18% por encima de los ingresos contabilizados en el segundo trimestre de 2022.
En el trimestre, los ingresos por intereses netos del banco holandés aumentaron un 27,4%, hasta 1.622 millones, mientras que la facturación por comisiones y tasas disminuyó un 0,9%, hasta 444 millones.
En este sentido, el consejero delegado de ABN Amro, Robert Swaak, destacó que los ingresos por intereses se beneficiaron del «entorno de tipos de interés más elevados», mientras que los costes fueron más bajos debido a los impuestos regulatorios más bajos.
De tal modo, la entidad espera que los costes de todo el año para 2023 sean de alrededor de 5.200 millones de euros. «Si bien nos mantenemos enfocados en la disciplina de costes, ya no esperamos alcanzar nuestro objetivo de 4.700 millones de euros en 2024», añadió.
Por otro lado, tras completar en abril el plan de recompra de acciones propias por importe de 500 millones de euros iniciado en febrero, la entidad ha emplazado a la publicación de las cuentas del cuarto trimestre para dar a conocer una actualización de su marco de capital.