“El exceso de regulación del sistema universitario empieza a no ser bueno”. Así lo considera Elena de la Fuente, secretaria general de la Universidad Europea. En una reflexión sobre la actual legislación de la educación superior, la también directora de la Asesoría Jurídica de la institución pone de relieve aspectos clave para entender el actual panorama legislativo.

¿Cómo ve la actual normativa que afecta a las universidades?

Hay demasiada regulación. Es necesaria, tanto para las universidades públicas como para las privadas, pero hace falta una mayor armonización y mayor confianza en el sistema. Hay un momento en el que, entre tanta dispersión y descoordinación entre normas estatales y de las comunidades autónomas, es difícil saber el alcance en cada uno de los organismos del sistema universitario. Las universidades tenemos que estar reguladas, pero no en exceso.

¿Qué diferencias encontramos aquí entre públicas y privadas?

Hoy en día las dos cumplimos la misma misión. Pero, aunque todas las universidades prestamos un servicio público, sí hay aspectos diferenciales para las privadas y para las públicas, sobre todo en lo que se refiere a la regulación.

¿Algún ejemplo?

El mapa de títulos. Entra dentro de la llamada programación universitaria, que entendemos que debería de ser más rigurosa para el sistema público. Las universidades privadas nos sometemos a la misma calidad y los mismos requisitos de verificación, pero encontramos más trabas a la hora de implantar nuevas titulaciones. No tiene sentido que una universidad, por ejemplo, no pueda implantar un grado en Derecho o en Psicología, si ya existe en una universidad pública en la misma comunidad autónoma. Si hay demanda, vayamos a por ella, lógicamente pasando por los procesos de acreditación y calidad legalmente previstos.

¿Qué importancia tiene la investigación en los centros?

Hay que impulsar la investigación como elemento principal en las universidades, y aquí las administraciones tienen que apoyarnos. Deben hacerlo sin diferenciar entre públicas y privadas, a través de proyectos nacionales y europeos, pero nunca excluirnos de los proyectos, tal como sugiere la LOSU.

“LAS UNIVERSIDADES ESTAMOS REGULADAS Y TENEMOS QUE ESTARLO, PERO NO EN EXCESO”

¿Debería estar integrada la formación profesional superior en la universidad?

Tiene que haber una coordinación de estos dos sistemas de educación superior para que puedan coexistir incluso en los campus, pero diferenciando lo que son los dos sistemas. Hay sinergias importantes y, en ocasiones, surge
la necesidad de pasar de uno a otro a través de convalidaciones de estudios.

¿A qué legislación se acogen los estudiantes en prácticas?

Este es un tema que aún se está debatiendo. Por un lado está la formación dual, que ha sido objeto de regulación para el sistema universitario, aunque ya existía dentro de la FP. Por otro, tenemos los decretos sobre las prácticas, donde se obliga a cotizar por todas ellas, incluso permitiendo trasladar a la Universidad esa obligación que excede del alcance de su propia naturaleza formativa. Las prácticas forman parte de los planes de estudios. Son el salto hacia la empleabilidad de los estudiantes, y es en este punto donde la vinculación entre la universidad y la empresa es esencial.