Ya se ha cumplido quince años del nacimiento de Scalpers, una historia de éxito empresarial español que ha alcanzado categoría internacional. En los últimos años Borja Vázquez, fundador y CEO de Scalpers, ha comprendido que el éxito es algo que no sólo depende de la ilusión y del trabajo, sino de otros factores imponderables –y no hablamos de la suerte– entre los que podemos citar la confianza que otros depositen en ti. Así, Scalpers se ha lanzado en los últimos años a fomentar toda una serie de compromisos sociales entre los que figuran su proyecto de mecenazgo empresarial para jóvenes emprendedores Patrones de Ideas, así como la creación de una fundación, Pirates for Good, que lleva lo que se entiende como “responsabilidad social corporativa” un paso más allá, hasta involucrarse con lo más íntimo y sensible de la sociedad: las situaciones de vulnerabilidad que sufren los más desfavorecidos.

En la presentación de su proyecto “Tejiendo historias. Descosiendo prejuicios”, Borja explicó de forma muy clara el por qué del nacimiento de Pirates for Good: “Como empresa, a Scalpers nos ha ido muy bien, mucho mejor de lo que podíamos imaginar en su momento. Estaba claro que teníamos que hacer algo para devolver a la sociedad parte de lo mucho que nos ha dado”. Pirates for Good nació en 2020, después del confinamiento, con el objetivo de poner en marcha, en colaboración con otras instituciones benéficas, una serie de proyectos sociales que fomentaran la inclusión de algunas de las personas más vulnerables de la sociedad: acogida de refugiados ucranianos o campañas de sensibilización en institutos y colegios para hablar de las situaciones de violencia a las que se ven expuestas continuamente las personas sin hogar.

Puestos en contacto, por ejemplo, con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, en Sevilla, uno de sus últimos proyectos llevados a cabo fue la apertura, en octubre del año pasado, de una tienda solidaria situada en el centro de la capital hispalense, a la que pudieran acceder familias y personas sin hogar, acompañadas por un trabajador social que acredite su pertenencia al programa de ayuda de la Orden de San Juan de Dios, para disponer de forma gratuita, dos veces al año, de ropa y calzado nuevos de la firma. “Se trata –explica Cristina Álvarez de Mon, responsable de la Fundación Pirates for Good– de que sientan que se les atiende como a cualquier cliente, que no se les ofrece ropa de segunda mano que no pueden elegir. Con este programa pueden volver a acceder a la ropa y al calzado de una forma digna”.

Un paso más allá ha sido la creación de “Tejiendo historias. Descosiendo prejuicios”, un experimento social pensado “para dar voz a las personas más vulnerables de nuestras ciudades y romper con los estigmas y prejuicios que dificultan segundas oportunidades, tanto en el ámbito personal como profesional”. El objetivo era acudir a empresas “amigas” de Scalpers –BMW, Cosentino, Isdin, Bankinter, Page Group y la propia Scalpers– con las que la marca tiene una cordial relación empresarial, y hacerles participar en un encuentro vis a vis con una de estas personas residentes en el centro de acogida Santa María de la Paz de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Sanchinarro –Alberto, Eleuterio, Armando, Abdelatif, Rufino y Elio–, teniendo conocimiento de sus “fortalezas”, en un currículo elaborado con la ayuda de la Orden de San Juan de Dios, antes de la entrevista personal.

Sus historias personales y su afán de superación y por encontrar una segunda oportunidad generaron en los directivos empresariales la segunda parte del enunciado del programa solidario: sin saber previamente nada sobre sus situaciones particulares de vulnerabilidad o exclusión social, sentados cara a cara con la persona, los posibles prejuicios que se pudieran tener de haber tenido anteriormente conocimiento de tratarse de personas sin hogar se desmoronaron como un castillo de naipes. “Todos ellos, con su historia personal detrás –tal y como explica Eva Módenes, del departamento visual de Scalpers–, creo que son la columna vertebral de este proyecto y, gracias a su labor, seguro que sigue creciendo día a día sin dejar a nadie atrás. Un proyecto en el que se citan la dignidad y la solidaridad”.

Desde la web de Pirates for Good, sus responsables y los de Scalpers animan a todas las empresas a subirse a este carro de solidaridad que puede provocar un efecto mariposa beneficioso, de dimensiones impredecibles.