Las empresas se han enfrentado a grandes retos y han experimentado una cantidad increíble de cambios en los últimos años, y esto no se ralentizará en 2023. Las compañías tendrán que hacer frente a las secuelas de la pandemia mundial, la invasión de Rusia a Ucrania, los retos económicos, así como a un desarrollo cada vez más rápido de las tecnologías.

Estas son las tendencias que, en mi opinión, tendrán un mayor impacto en el día a día de nuestra forma de trabajar y hacer negocios en 2023.

1. Aceleración de la transformación digital

En 2023, vemos la continuación de las innovaciones y desarrollos en tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial (IA), el internet de las cosas (IoT), la realidad virtual y aumentada (VR/AR), la computación en la nube, el blockchain y los protocolos de red superrápidos como el 5G. Además, estas tecnologías digitales transformadoras no existen aisladas unas de otras, y veremos cómo se difuminan los límites entre ellas. Las nuevas soluciones para el trabajo aumentado, el trabajo híbrido y a distancia, la toma de decisiones empresariales y la automatización de las cargas de trabajo manuales, rutinarias y creativas combinan estas tecnologías de forma que permiten potenciarse mutuamente. Esto nos acerca más que nunca al punto en el que podemos crear «empresas inteligentes» en las que los sistemas y procesos se apoyan mutuamente para completar las tareas rutinarias y mundanas de la manera más eficiente posible.

Para prepararse para esto, las empresas deben asegurarse de integrar la tecnología adecuada en todos sus procesos y en cada área de operaciones. En este momento, hay muy pocas excusas para estar en el negocio y no tener una comprensión de cómo la IA y las otras tecnologías mencionadas anteriormente tendrán un impacto en su negocio e industria. Unas ventas y un marketing más eficaces, un mejor servicio al cliente, unas cadenas de suministro más eficientes, unos productos y servicios más ajustados a las necesidades de los clientes y unos procesos de fabricación más ágiles están sobre la mesa, y en 2023 las barreras para acceder a ellos serán más bajas que nunca. Muchas de estas tecnologías, como la IA y el blockchain, ya están disponibles en modelos «as-a-service» a través de la nube, y las nuevas interfaces y aplicaciones permiten a las empresas acceder a ellas a través de entornos sin código.

2. Inflación y seguridad de la cadena de suministro

Las perspectivas económicas para la mayor parte del mundo no parecen muy buenas en 2023. Los expertos nos dicen que debemos esperar una inflación continua y un crecimiento económico moderado. Muchas industrias siguen sufriendo los problemas de la cadena de suministro que surgieron durante los paros mundiales causados por el Covid-19 y que no han hecho más que empeorar debido a la guerra en Ucrania. Para combatir esta situación y mantenerse a flote, las empresas deben mejorar su capacidad de resistencia en todo lo que puedan. Esto significa reducir la exposición a los volátiles precios de mercado de las materias primas, así como incorporar medidas de protección en las cadenas de suministro para hacer frente a la escasez y al aumento de los costes logísticos.

Es importante que las empresas hagan un mapa de toda su cadena de suministro e identifiquen cualquier exposición a los riesgos de suministro e inflación. De este modo, pueden explorar formas de mitigar ese riesgo, como proveedores alternativos y ser más autosuficientes.

3. Sostenibilidad

El mundo se está dando cuenta cada vez más del hecho de que el desastre climático supondrá un reto mucho mayor que cualquier cosa que hayamos experimentado en las últimas décadas y empequeñecerá los desafíos a los que se enfrenta la pandemia del Covid-19. Esto significa que los inversores y los consumidores prefieren empresas con las credenciales medioambientales y sociales adecuadas, y las tendencias de compra se ven impulsadas cada vez más por los consumidores conscientes, aquellos que dan prioridad a factores como el impacto ecológico y la sostenibilidad a la hora de elegir a quién comprar o con quién hacer negocios.

En 2023, las empresas deben asegurarse de que sus procesos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) se trasladen al centro de su estrategia. Esto debe comenzar con la medición del impacto que cualquier empresa está teniendo en la sociedad y el medio ambiente y luego pasar a aumentar la transparencia, la presentación de informes y la rendición de cuentas. Toda empresa necesita un plan con objetivos y plazos claros sobre cómo reducir cualquier impacto negativo, que debe estar respaldado por sólidos planes de acción. La evaluación y los planes también deben ir más allá de los muros de la empresa y abarcar toda la cadena de suministro y las credenciales ESG de los proveedores. Por ejemplo, es fácil olvidar el impacto medioambiental de los proveedores de servicios en la nube y el impacto de los centros de datos en el medio ambiente.

4. Experiencia inmersiva del cliente

En 2023, los clientes desean la experiencia por encima de todo. Sin embargo, esto no significa necesariamente que el precio y la calidad pasen a un segundo plano. Ambos juegan un papel, hasta cierto punto, en la forma en que experimentamos el proceso de elección, compra y disfrute de los bienes y servicios en los que gastamos nuestro dinero.

El papel que desempeña la tecnología aquí, tradicionalmente, ha sido el de agilizar los procesos y eliminar las molestias de la vida del consumidor. Pensemos en los motores de recomendación que nos ayudan a elegir qué comprar o en los portales de atención al cliente online que se ocupan de los problemas y la asistencia posventa. Estos elementos seguirán desempeñando un papel fundamental en 2023, pero el juego ha evolucionado, y las palabras clave de este año son la inmersión y la interactividad.

El metaverso –una especie de término global utilizado por los futuristas para describir el «siguiente nivel» de Internet, en el que interactuamos con las marcas y con otros consumidores a través de la tecnología inmersiva, incluidos los entornos 3D y la RV– es el escenario en el que se desarrollará todo esto. Pensemos en las tiendas online en las que podemos navegar y «probarnos» representaciones virtuales de ropa, joyas y accesorios. Podríamos utilizar probadores virtuales para vestir avatares de nosotros mismos –como ya han hecho pioneros de la talla de Hugo Boss– o podría tratarse de RA, como la que utiliza Walmart, para ver cómo se ajusta la ropa a nuestros cuerpos reales. Estas tendencias afectarán tanto al comercio minorista online como al offline.

La tendencia hacia la experiencia es tan fuerte que marcas como Adobe y Adweek están nombrando directores de experiencia (CXO) para garantizar que se convierta en un elemento fundamental de la estrategia empresarial. Además de la experiencia de los clientes, las empresas deben pensar cada vez más en la experiencia de los empleados, ya que la competencia por los trabajadores más talentosos y capacitados es cada vez más intensa.

5. El reto del talento

En el último año, hemos asistido a grandes movimientos de personas con talento, lo que se conoce como la gran dimisión y la renuncia silenciosa, ya que los trabajadores han reevaluado el impacto del trabajo y lo que quieren obtener de sus vidas. Esto ha presionado a los empresarios para que se aseguren de ofrecer carreras atractivas, la flexibilidad del trabajo híbrido y un entorno de trabajo y una cultura de empresa atractivos. Ofrecer a las personas un trabajo satisfactorio, oportunidades continuas de crecimiento y aprendizaje, flexibilidad y lugares de trabajo diversos y orientados a los valores será esencial en 2023.

Además, la aceleración de la transformación digital (tendencia 1) conduce a una mayor automatización del lugar de trabajo que aumentará prácticamente todos los trabajos del mundo. Los humanos compartirán cada vez más su trabajo con las máquinas y los robots inteligentes, y esto tiene enormes implicaciones para las habilidades y el talento que las empresas necesitan en el futuro. Esto significará la reconversión y el perfeccionamiento de un gran número de personas en nuestras empresas, así como la contratación de nuevos empleados con las habilidades necesarias para el futuro.

Por un lado, las empresas deben hacer frente a la enorme brecha de competencias que existe en áreas como la ciencia de los datos, la IA y otras áreas tecnológicas, asegurándose de que están creando la mano de obra experta en datos y tecnología necesaria para tener éxito en el futuro. Y por otro lado, a medida que los puestos de trabajo humanos se ven aumentados por la tecnología, las empresas deben volver a formar al personal con las habilidades necesarias para trabajar junto a las máquinas inteligentes y hacer crecer sus habilidades exclusivamente humanas que actualmente no pueden ser automatizadas. En 2023, esto incluirá habilidades como la creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación interpersonal, el liderazgo y la aplicación de cualidades «humanas» como la atención y la compasión.