Los unicornios no son (sólo) criaturas de la mitología. Desde hace casi una década este término se utiliza en el sector del capital riesgo (venture capital, en inglés) para describir una startup que no cotiza en bolsa valorada en más de 1.000 millones de dólares (883.744 euros).
El término fue popularizado por primera vez por la inversora de capital riesgo Aileen Lee, fundadora del fondo Cowboy Ventures, en un artículo publicado en 2013 en TechCrunch. Tras analizar varias startups con menos de 10 años de edad, Lee descubrió que sólo el 0,07% de las empresas respaldadas por fondos de capital riesgo alcanzaron una valoración de más de 1.000 millones de dólares. Home run y mega hit fueron otros términos que consideró, pero optó por ‘unicornio’ para destacar lo extremadamente raro que es encontrar una de estas empresas.
Al principio eran tan solo unos pocos. Un exclusivo club formado por unas 39 empresas entre las que se encontraba nombres como Facebook, Linkedin, Workday, Twitter, Groupon, Palantir, Dropbox, Kayak o Youtube, entre otros. En la actualidad, al menos 917 startups han logrado la designación de «unicornio», según datos al 22 de noviembre recopilados por la empresa de investigación CB Insights. Hoy hay muchos más, aunque siguen siendo pocos en comparación con el número total de startups.
Cada año se crean miles de startups y la mayoría desaparecen 20 meses después de recibir su última ronda de financiación, según CB Insights. Sin embargo, sólo un puñado llegan a convertirse en negocios viables y muchas menos logran una valoración de 1.000 millones de dólares sin cotizar. De media, una empresa que se convierte en ‘unicornio’ tarda siete años en alcanzar ese nivel, según un estudio de Compare the Market. Es menos raro ver ‘unicornios’ cabalgar por las llanuras de la industrial del venture capital, no obstante, es un término que describe el valor de la empresa y el momento en el que se encuentra.
Los ‘unicornios’ más importantes del mundo
Algunas de las empresas más grandes del mundo hoy en día han pasado por la etapa de ‘unicornio’. La red social Facebook, con una capitalización bursátil de 962.000 millones de dólares, fue una de las primeras startups en superar la barrera de los 1.000 millones. Otra fue la aplicación Instagram, comprada por Facebook por 1.000 millones de dólares en abril de 2012.
Dejando de lado las que hace tiempo que superaron esa fase, algunos de los ‘unicornios’ más grandes y recientes son el fabricante aeroespacial SpaceX (100.000M$), la empresa de servicios financieros Stripe (95.000M$), Instacart (39.000M$), Revolut (33.000M$), Telegram (30.000M$) y Chime (25.000M$). Otros nombres incluyen Canva (40.000M$) o Nubank (30.000M$).
Muchos de los ‘unicornios’ que han surgido en los últimos años son de origen chino. El ecosistema emprendedor que ha creado el gigante asiático constituye el terreno fértil sobre el que han crecido algunas de las mayores empresas de comercio electrónico, como Alibaba; o de videojuegos, como Tencent. Algunos de los ‘unicornios’ chinos más importantes son ByteDance (140.000M$), el fabricante de drones DJI (1.000M$) o el conocido como “Instagram chino” Xiaohongshu (20.000M$).
En España también hay unicornios
Sólo unas pocas empresas españolas han conseguido convertirse en ‘unicornios’. Algunos ejemplos son Idealista, Wallbox, Cabify, Glovo, Devo o eDreams. La última en sumarse a este selecto grupo es la madrileña Jobandtalent tras cerrar una ronda de inversión de 500 millones de dólares por parte de Kinnevik y SoftBank, lo que eleva la valoración de la compañía a 2.350 millones de dólares. Entre otros planes, el objetivo es utilizar estos fondos para financiar su expansión en mercados clave como el de Estados Unidos. Ha tardado 12 años en alcanzar este estatus.
La primera startup española en superar el umbral de los 1.000 millones de dólares fue la agencia de viajes online eDreams. Creada en el año 2000, la empresa alcanzó una valoración de 1.500 millones de dólares en 2016. Las finanzas de la empresa están actualmente ven afectadas por la COVID-19. En su ejercicio 2021 (abril 2020-marzo 2021), obtuvo unas pérdidas de 124,4 millones de euros, lo que supone un descenso respecto al resultado negativo de 40,5 millones de euros del 2020.
El segundo ‘unicornio’ fue Glovo, una compañía de envío de pedidos fundada en Barcelona en 2015. Se trata de una empresa que tardó muy poco en formar parte de este exclusivo club, ya que sólo pasaron cuatro años hasta que superó una valoración de más de 1.000 millones de euros en 2019.
En 2011 se crearon otras dos startups españolas que posteriormente alcanzaron el estatus de ‘unicornio’: Cabify y Logtrust, antiguo nombre de la empresa Devo. Fundada en Madrid, Cabify ofrece servicios de movilidad urbana y a menudo se la considera el «Uber español». Devo, por su parte, se centra en el sector de la ciberseguridad y tiene su sede en Estados Unidos.
Mientras tanto, la startup Wallbox ha supuesto un punto de inflexión para el ecosistema nacional, ya que, el primer ‘unicornio’ español en Wall Street. Esta compañía, que desarrolla cargadores para vehículos eléctricos cotiza en Nueva York desde octubre tras salir a bolsa mediante un vehículo de inversión con propósito especial de compra, un mecanismo conocido por las siglas SPAC. La transacción ha convertido a su cofundador Enric Asunción en una de las cien personas más ricas de España, de acuerdo con la lista FORBES. Su patrimonio es de 325 millones de euros.