Las tecnologías que surgen de la creatividad de los emprendedores están impactando en la sociedad y los nuevos modos de consumo y ocio a través de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), el Internet of Things (IoT) o el big data.
La innovación tecnológica y la creatividad se convierten en dos elementos clave en los negocios, permitiendo la creación de nuevos conceptos y formas de consumo y una mayor facilidad de crecimiento.
Empresarios de diversos sectores están haciendo posible la evolución de los modelos actuales de negocio gracias a la innovación, la creatividad y el valor de las ideas. Y con ellos hemos charlado.
FORBES, en colaboración con Audemars Piguet, ha reunido en la AP House que la firma relojera tiene en Madrid –la primera abierta de las veinte que tienen repartidas por el mundo– a exitosos emprendedores para debatir en un nuevo FORBES Talks moderado por Paloma Leyra, directora de Forbes Women, sobre cómo la tecnología creativa se pone al servicio de la innovación y el emprendimiento.
«Audemars Piguet es una startup de 150 años, porque no paramos de cambiar para hacerla atractiva. Ha ido evolucionando en el tiempo», comenzaba explicando Brian Lavio, director general de la firma en Iberia.
Este emprendedor suizo emigrado a España se independizó de sus padres a los 17 años con un único objetivo: «entrar en una empresa que tuviera mucho dinero y pudiera poner en práctica mis ideas». Audemars Piguet le estaba esperando.
Lavio recordaba durante su intervención que alguien le dijo una vez que en business nunca se gana porque es un camino infinito. «Como pares, te adelantan«, aseguraba.
El equilibrio perfecto
Después de la crisis sanitaria y económica ha habido una explosión emprendedora global, con la creatividad, la tecnología y la sostenibilidad a su servicio para que los proyectos sean más apasionantes que nunca. ¿Pero cuál es el equilibrio perfecto de estas tres variables?
«Las ideas en sí no son tan importantes, hay que ser creativos. La tecnología es una herramienta en manos de cualquiera y la idea depende de cómo se ejecuta», argumentaba Lupina Iturriaga, cofundadora y coCEO de Fintonic.
En opinión de Jorge Poyatos, cofundador de Seedtag, la tecnología crea una forma de expresión artística y es un potenciador de la creatividad. «Mi proyecto hace veinte años no sería posible», asevera el ejecutivo.
Por su parte, Toni Viñals, CEO y fundador de Nsign.tv, defendía que la parte creativa o de negocio tiene «mucho más peso» que la parte de tecnología; mientras que David Riudor, CEO y cofundador de Goin, cree que, para «comerse el mercado», una startup tiene que ser mejor de lo que ya existe, por lo que es «inevitable» aplicar la creatividad.
Para Carlos Uraga, CEO y cofundador de Nantek, la tecnología es más una herramienta para llevar a cabo una idea: «Todo el mundo puede tener la misma idea, pero al ejecutarla se ha fallado. Esa ejecución es lo que nos diferencia a los que estamos aquí».
¿Cuándo es el mejor momento para emprender?
Muchas personas esperan el momento “ideal” para crear una empresa exitosa. Evalúan diferentes factores como la situación del mercado o su propia madurez como emprendedor. Sin embargo, puede que no exista el momento perfecto para poner un proyecto en marcha, ¿o sí?
«Nacimos de una crisis económica, enfocados en que la gente para que pueda llegar a fin de mes», comenzaba explicando Iturriaga, que matizaba que «nuestro proyecto funciona bien cuando a la gente no le va del todo bien».
Elena Betés, fundadora de Rastreator y CEO Internacional de RVU, considera que hay veces que el consumidor «no está preparado» para lo que se plantea. En cambio, otras, el dilema está en el mercado: «la primera vez que emprendí había un problema tecnológico». Sin embargo, la directiva lo tiene claro: «mejoramos con la edad, porque al final vas aprendiendo y te rodeas de gente mejor. Lo más importante es no parar, hay que intentarlo».
Viñals aseguraba que el mejor momento es diferente para cada uno, ya que «va en el gen», a la vez que recomienda no apoyarse en terceros si no se necesita. Sin embargo, Uraga cree que a la hora de buscar inversores es importante «que hayan pasado por lo mismo que tu».
Por otro lado, Iker Marcaide, fundador de Zubi Labs, recordaba que «a lo largo de tu vida, te das cuenta de que hay mucha gente que te ha ayudado a lo largo de tu carrera», algo que hay que agradecer.
Emprendedor, ¿nace o se hace?
El CEO y fundador de Nsign.tv, Toni Viñals, comentaba que va en el gen de cada uno poner en marcha un proyecto o no. Pero, un emprendedor ¿nace o se hace?
Uraga cree que se hace y que, en general, «los que se estrenan no triunfan a la primera, lo que sirve de aprendizaje; mientras que Iturriaga considera que es un perfil de persona, y Marcaide que «hay muchas maneras de montar una empresa».
En este sentido, Poyatos puntualizaba que hay formas de reducir riesgos. En su caso, «trabajábamos en Google cuando decidimos lanzarnos y no dejamos la multinacional hasta la primera ronda de financiación». El cofundador de Seedtag aconseja marcar un objetivo y perseguirlo pase lo que pase.
Ruidor, que recientemente se había enterado de que su bisabuelo era un súper emprendedor, explicaba que no le habían educado en esa línea, pero que «hay algo dentro» que le impulsa a ello.
¿Y el dinero?
Emprender es una actividad de alto riesgo, porque todo es desconocido. También el beneficio económico que se obtendrá en el futuro, aunque para estos emprendedores no es lo importante.
«Nadie está buscando dinero. La gratificación y motivación que tenemos los que estamos aquí no es el dinero», defendía Uraga, a la vez que subrayaba que él quiere ser «mejor» en lo suyo y buscar la superación personal. «Tu propio rival eres tú».
Betés exponía que cuando no te mueves por dinero, la motivación de la primera vez será igual a la segunda, a la tercera, a la cuarta… «Es una sensación de retarte continuamente. Quieres sacar lo mejor de ti mismo y si no lo consigues, hay algo que no funciona».
España, un país más emprendedor
Todos los invitados a este nuevo FORBES Talks coincidían en que el ecosistema de emprendimiento e inversión a nivel nacional ha crecido exponencialmente en los últimos tiempos, asegurando que hace diez años no era igual. «Emprender ahora es otra cosa«, subrayaban.
Iturriaga afirmaba que ahora parece que todo el mundo puede emprender y que es muy glamuroso, pero que se trabaja menos si se trabaja para otro. Algo en lo que Marcaide, que se considera un emprendedor «poco estratégico», coincidía: «como emprendedor vas a trabajar todas las horas«.
Emilio Froján, CEO y cofundador de Velca, contaba que hizo un plan para emprender: «trabajé en tres startups que estaban en distintas fases y cuando tuve el conocimiento y me vi preparado me lancé. Me dio igual que hubiera pandemia, lo que podía controlar de mi entorno, lo controlaba. Pero, aun pensando que estaba preparado, llegó el toque de realidad. El primer año lo pasé mal y tuve que tomar ansiolíticos y hacer meditación. ¿Cómo podía controlar esta angustia?»
Poyatos cree que la aspiración de los jóvenes es ser emprendedor y agradecía a los medios que puedan informar sobre el proceso contando historias de otros emprendedores.
Por su parte, Betés recordaba que cuando quebró acababa de tener un hijo y fue en ese momento cuando se dio cuenta de lo que realmente tenía sentido: «las empresas son un vehículo y no me genera ansiedad. Yo concilio y soy fiel a mi equipo. Mi propósito para emprender es que se podía emprender y conciliar».
Para Uraga, emprender te enseña a «autogestionarte» el tiempo, mientras que Marcaide defendía que trabajar más horas no implica ser más productivo. «Es full life, no full time«, afirmaba el fundador de Zubi Labs, que considera que el ejercicio de humildad cuando se emprende es «fundamental».
Por último, Betés ponía de relevancia que emprender es muy bonito y llega a ser adictivo. «La gente que participa en un proyecto así desde el principio, siempre se acordará de ello, aunque sea un fracaso».