El exbanquero Jaime Botín efectuó el pasado mes de julio el pago de la multa de 91,7 millones de euros impuesta por sacar de España de manera irregular el cuadro Cabeza de mujer joven firmado por Pablo Ruiz Picasso, según informa Expansión.

El que fuera presidente de Bankinter también ha sido condenado a tres años de cárcel y está a la espera de que el juez de ejecución confirme su entrada en prisión, recurrida por su delicado estado de salud y su avanzada edad, 85 años, entre otros motivos.

Botín habría abonado dicha sanción económica «con la esperanza de que eso contribuya a evitar su ingreso en la cárcel. Sobre ello decidirá, en unas semanas, el juez de ejecución», apunta El País.

El juzgado número 27 de Madrid condenó al expresidente de Bankinter a 18 meses de prisión y una multa de 52,4 millones en enero de 2020, aunque un mes después, en una modificación de la sentencia, elevó la pena a tres años de prisión y la citada cantidad.

“No existe una obra semejante en territorio español”

Según explica la sentencia, el exbanquero, que adquirió esta obra en la galería Marlborough Fine Art Ltd de Londres en 1977, se puso en contacto con la empresa Christie’s, especializada en subastas de obras de arte, para vender a través de la misma dicha pintura en una subasta programada para el seis de febrero de 2013 en Londres.

El personal de Christie’s le informó que, dada la antigüedad de la obra –data de 1906 y está valorada en 26,2 millones de euros– debía pedir autorización al Ministerio de Cultura español para su exportación. El empresario autorizó a Christie’s para solicitar el permiso, y la empresa lo hizo el cinco de diciembre.

La Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico, organismo dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte encargado de valorar si una obra se puede sacar de España o no, declaró por unanimidad el 13 de diciembre de 2012, y de manera cautelar, que la pieza no podía salir del país.

Desde ese momento, quedó prohibida su salida de las fronteras españolas, a la espera de ser catalogado como Bien de Interés Cultural. Para justificar esta decisión la Junta alegó que “no existe una obra semejante en territorio español”.