Steve Jobs ha sido durante dos décadas uno de esos símbolos que ha servido de inspiración y modelo para conquistar los mercados internacionales con productos que además de tecnología incorporaban el cosmos intangible de su creador. Un consumidor de la firma de Cupertino no solo accedía a un producto, también elegía adherirse a una comunidad.

Hoy, el heredero de esa cultura emprendedora es Elon Musk, según una encuesta llevada a cabo por la firma de capital riesgo First Round Capital. Nacido en Sudáfrica, Musk parece personalizar ese conjunto de valores –imaginación, tenacidad, originalidad y carisma– que lo hacen merecedor del trono de Silicon Valley.

Su revolucionario automóvil eléctrico o el proyecto de enviar al hombre a Marte, lo han convertido en el indiscutible amo de los sueños de Silicon Valley, por delante de Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y del desaparecido Steve Jobs.

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