Santa Claus es uno de los personajes más famosos del mundo. También, uno de los más ricos. Tanto que Forbes lo colocó a la cabeza de su lista de los 15 personajes ficticios más famosos. Tremendo error.

El buzón se llenó de cartas de niños enfadados porque habíamos arruinado sus navidades, por lo que nos vimos obligados a retirar a Santa de la lista. Santa Claus es real, defendían los pequeños. “Si Santa es real, demuéstralo”. Y para ello, enviamos a un reportero hasta el mismísimo Polo Norte para comprobar que, efectivamente, Santa Claus existe.

Santa Claus, Papá Noel, Kris Kringle, como quieras llamarlo, nació sin barba en Mira (actual Turquía), en el siglo IV. Ya llamaba la atención desde sus inicios, pues no era travieso como los demás niños. El pequeño Santa Claus era un santo, literalmente.

Las tradición de los calcetines

La leyenda de Santa Claus comenzó cuando se hizo famoso por su generosidad al salvar a tres chicas de una vida con mala reputación. El padre de las chicas perdió toda su fortuna, lo que le imposibilitaba pagar la dote de sus hijas. Para salvar esta situación, Santa Claus introdujo monedas de oro en las medias de las jóvenes, evitando así el futuro que les esperaba. Así es como comenzó la tradición de colocar calcetines o zapatos para recibir los regalos.

Sin embargo, no fue hasta 1823 (siglo XIX) cuando San Nicolás se hizo verdaderamente famoso. Un neoyorquino llamado Clement C. Moore, fue el encargado de darle forma al personaje de Santa Claus al presentarlo por primera vez vestido de rojo y en un trineo tirado por renos lleno de juguetes para los niños en su poema Una visita de San Nicolás.

Santa Claus vs. Jeff Bezos

A lo largo de los años, Santa se dio cuenta de una cosa: le gustaba mucho ser famoso. Uno de sus mayores logros fue el contrato exclusivo que firmó con Coca-Cola. Contrato que incumplió, pues también trabajó para el principal rival de la marca, Pepsi.

No es la publicidad su única fuente de ingresos pues también ha trabajado en televisión, cine y música. Cientos de años después de andar dando vueltas por el mundo, Santa Claus ha decidido establecerse de forma permanente en el Polo Norte con su mujer y algunos de sus elfos, encargados de cuidas de los renos del matrimonio.

Por todo esto estimamos que Santa es el hombre más rico del mundo, lo que supone una comparación con otro de los repartidores más millonarios: Jeff Bezos. Santa Claus escribió a Forbes para aclarar que no está de acuerdo con esto y que quiere dejar clara una cosa: Jeff Bezos no es Santa 2.0.