La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha defendido este viernes que no está habiendo problemas en la oferta de crédito hipotecario, después de que ayer el Gobierno organizase una reunión para abordar el problema de la vivienda con los principales actores de este mercado.
En una rueda de prensa para presentar las principales conclusiones de la Asamblea General que la AEB celebró ayer, Kindelán ha valorado de forma positiva la convocatoria realizada por el Gobierno para afrontar lo que ella considera un «reto del país».
Se ha mostrado partidaria por estimular la oferta, puesto que es ahí donde ve el problema, y no tanto en la demanda, pero para ello ha pedido «previsibilidad regulatoria», que es la que ayuda a fomentar la inversión. En cambio, ha limitado dar ayudas a «colectivos concretos», como los jóvenes, donde sí pueden ser buenas medidas.
Sin embargo ha insistido que «no hay problema ni restricción» en la oferta de crédito para financiar viviendas. Ha indicado que la cartera de crédito hipotecaria de la banca en España es «sólida», si bien ha reconocido que se ha producido un descenso en 2023 ante la subida de tipos de interés, que ha provocado que las familias retrasen su decisión de contratar nuevas hipotecas, y ante el uso de ahorro de los hogares para amortizar anticipadamente crédito.
Preguntada por el proyecto impulsado por el Gobierno para crear la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, Kindelán ha recordado que la posición de su asociación era la de «mejorar» los tres organismos supervisores (el Banco de España, la CNMV y la Dirección General de Seguros), en lugar de crear una nueva autoridad que aglutine los servicios de reclamaciones.
Además, si bien ha señalado que ya se retocó la tasa por la que se financiaba la nueva autoridad en el proyecto que decayó en julio de 2023 por la convocatoria anticipada de elecciones generales, hay otros aspectos que a la asociación le gustaría que fuesen «afinados» como reducir el umbral de 20.000 a 2.000 euros por debajo del cual se consideran vinculantes las resoluciones de la autoridad.
También ha pedido que sean solo el Tribunal Supremo y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) los que puedan declarar la abusividad de las cláusulas de contratos crediticios. «Cualquier posibilidad de que tribunales de menor instancia puedan declarar cláusulas abusivas y que esto se asuma por parte de la Autoridad nos parece que puede generar confusión y no va a ser bueno para el sistema de reclamaciones», ha explicado.
Con respecto al Código de buenas prácticas hipotecario para clases medias, y la posibilidad de prorrogarlo más allá de 2024, Kindelán ha afirmado que será una cuestión que se valorará «cuando llegue el momento» y en conjunto con el Gobierno, aunque ha adelantado que las peticiones dentro de este marco son «modestas».
De hecho, ha indicado que una de cada cinco renegociaciones que se hacen en España se engloban dentro de los dos códigos de buenas prácticas, el de clases medias y el de deudores en riesgo de vulnerabilidad, mientras que el resto se enmarcan dentro de las relaciones bilaterales con los clientes.
NEGOCIACIONES DEL CONVENIO
Sobre las negociaciones para el nuevo convenio colectivo de banca, que ha llevado a los sindicatos a convocar movilizaciones y una huelga de los trabajadores del sector el pasado 22 de marzo, Kindelán se ha mostrado «convencida» de que se llegará a un acuerdo, que es «importante para el sector».
«Estamos negociando y tengo todas las esperanzas en que se llegará a un acuerdo. Desde que nos sentamos la primera vez con los sindicatos formalmente, el 31 de octubre, se han mantenido nueve reuniones y ya tenemos otra agendada para los próximos días. Se va avanzando y, como digo, es importante tener convenio y estoy convencido de que lo alcanzaremos», ha afirmado al respecto.
Durante su intervención, Kindelán ha destacado «la fortaleza y la contribución» que la banca ha realizado en 2023, con una rentabilidad media del 12,6% y que ya está en línea con el coste de capital.
El resultado atribuido de la banca representada por AEB fue de 23.000 millones de euros en 2023, un 20,3% más con respecto a 2022, gracias a la mejora del margen de intereses y de la eficiencia, y a pesar de un mayor esfuerzo en provisiones.
Los préstamos de estas entidades se mantuvo en los 1,72 billones de euros, con un crecimiento de 0,9%, mientras que los depósitos se situaron en los 1,79 billones de euros, un 3,3% más con respecto a 2022. Solo en España, estos bancos destinan 325.000 millones de euros al acceso a la vivienda u otras necesidades de las familias, mientras que 251.000 millones de euros se destinan a proyectos empresariales. Además, Kindelán ha destacado que la morosidad se mantuvo estable en el 3,5% y que la ratio de capital CET1 cerró en el 12,5%.
COMPROMISOS SOCIALES
Por último, Kindelán también ha informado de los progresos de los compromisos que las entidades adquirieron en 2022 para mejorar la atención que se da a las personas mayores y con la España rural. Ha adelantado que la semana que viene se publicará un nuevo informe de seguimiento de las medidas adoptadas por las entidades, incluyendo los resultados de una encuesta independiente sobre el grado de satisfacción de los mayores sobre la atención recibida.
En este punto, ha señalado que la valoración que hace este colectivo sobre los canales del sector ha mejorado «sensiblemente», con porcentajes que van del 80% al 90% dependiendo del canal.
Además, en la España rural, el 93% de los municipios de más de 500 habitantes que en 2021 no contaban con un punto de acceso físico a servicios financieros, ya disponen de uno o están próximos a tenerlo.