El Atlético de Madrid bajó el telón el sábado a una campaña 2023/24 desigual, tras la eliminación de la Copa del Rey en semifinales y de la Liga de Campeones en cuartos de final, además de la peor clasificación del club en la Liga desde 2012.

Se esperan grandes cambios en la plantilla este verano, con jugadores veteranos como Stefan Savić y Saúl Ñíguez apuntando a salidas, mientras que incluso pesos pesados como Jan Oblak han sido relacionados con una posible marcha. A ellos se suman Mario Hermoso, cuyo contrato expira, y Álvaro Morata, que se despidió de la afición en el Estadio Cívitas Metropolitano ante lo que parece una marcha inevitable.

El técnico Diego Simeone no ha eludido la magnitud del reto que tiene por delante el club, que buscará rejuvenecer la plantilla con talentos más jóvenes y de perfil más similar al de Arthur Vermeeren, que llegó en enero. Se trata de un cambio sustancial con respecto a la política anterior, en la que se fichó a veteranos como César Azpilicueta en cesiones gratuitas y gangas el verano pasado.

«Tenemos que buscar lo mejor que se necesita para el equipo», reflexionó Simeone en su rueda de prensa posterior a la victoria ante la Real Sociedad (2-0) con la que finalizó la temporada. «Hemos hablado, hemos conversado, hemos trazado el camino que sabemos que tenemos que seguir. El club tendrá que trabajar, y nosotros también tendremos que trabajar en las posibilidades que se nos presenten para que los jugadores mejoren. Va a ser un verano importante para trabajar bien».

Eso significa también que las salidas serán necesarias para que el club pueda financiar las entradas. «Estos dos o tres últimos días han sido duros, ha habido charlas con algunos de los chicos, conversaciones muy importantes, sanas, muy buenas», añadió Simeone. «Uno se enoja, otro se queja, otro pregunta, pero lo que queda es la gente, las relaciones y el año que viene muchos de ellos, o no, no van a estar».

Las posibles salidas se acumulan

El Atlético cerró la temporada ante su afición con una humillante derrota por 4-1 frente al colista Osasuna, lo que provocó una nueva reflexión sobre la gestión de la plantilla.

Varias elecciones de la selección para el último partido de la temporada, contra la Real Sociedad, parecían insinuar lo que podría esperarse en los próximos meses. Stefan Savić no entró en la convocatoria, mientras que Reinildo Mandava, Saúl Ñíguez y Álvaro Morata salieron desde el banquillo. Memphis Depay también fue suplente en San Sebastián. A los cinco mencionados se les ha relacionado con una salida en verano.

A esto se añade el problemático caso de João Félix, que parece dispuesto a regresar a la capital tras una cesión en el Barcelona sin haber hecho ningún favor a su valor de mercado durante una mala temporada. Diez goles en 41 partidos con el club catalán no han ayudado al jugador de 24 años en sus esperanzas de conseguir un fichaje permanente, y sigue en la lista de los no deseados en el Metropolitano.

Uno de los que podría no marcharse, a pesar de que su contrato finaliza este verano, es el defensa belga Axel Witsel, aclamado como uno de los mejores del equipo en 2023/24. Otro podría ser Ángel Correa, el menudo delantero que encontró forma en el tramo final de la campaña tras haber estado a punto de marcharse a Arabia Saudí en enero.

Así las cosas, el Atlético de Madrid podría presentar un equipo muy diferente la próxima vez que salte al césped del Estadio Metropolitano en agosto. A dos meses y medio de la vuelta a la competición, el trabajo de los colchoneros fuera de los terrenos de juego no ha hecho más que empezar.